¿Cómo motivar a un centennial para que aprenda? Un acercamiento al tema, con algunas ideas para matemáticas

La mayoría de las personas nacidas entre 1995 y 2010 pertenecen a una generación conocida como centennial, generación Z o iGen. Hace poco que comenzaron a tener edad para asistir a la universidad, primero a cuentagotas, convirtiéndose en mayoría apenas este año, según mi experiencia personal.

frightened-1172122_1280_opt.jpgPertenecer a una generación depende más del comportamiento que se tiene, que de la edad. Cada generación posee características propias que dependen de la época, las circunstancias y la cultura en la que nacieron. Los que pertenecemos a las generaciones previas podemos quejarnos de las nuevas y exclamar con los ojos al cielo “a dónde va a ir a parar la humanidad”… o podemos interesarnos en sus características, entenderlas y lograr una convivencia armónica con ellos. A eso le he dedicado parte de mi tiempo este último año y medio, a entender a los centennials, para poder acompañarlos en su aprendizaje dentro de mis clases. Ha resultado un reto enorme y sigue siendo un trabajo en progreso, cuyos avances quiero compartir hoy con ustedes, a la vez que les pido que me compartan en los comentarios sus experiencias en este tema, por favor.

classroom-1297779_640_opt.pngEsta entrada va dedicada al primer grupo casi completamente centennial al que me tocó darle clases. Agradezco su apoyo y orientación para ser una mejor maestra para ustedes (en orden alfabético): Alicia, Alondra, Belén, Casandra, Ceci, Cecilia, Cristi, Dinorah, Itzari, Laura, Lore, Mau, Omar, Pasqui, Pau, Pavis, Vale, Ximena. Compartir con profesores y papás, por este medio, lo que ustedes me enseñaron, para que más gente se vea beneficiada, es una de mis formas de darles las gracias.

¿Qué generaciones conviven actualmente en el mundo?

Como mencioné, pertenecer a una generación tiene más qué ver con el comportamiento y la cultura que con la fecha de nacimiento. Sin embargo, se necesita algún punto de referencia, así que usaremos fechas aproximadas:

Constructores/generación del silencio, nacidos entre 1921 y 1940, generación post-depresión.

Baby Boomers, nacidos entre 1941 y 1960, generación de la posguerra.

Generación X, nacidos entre 1961 y 1980, generación que vivió la guerra fría y la vio terminar. Pertenezco a ella.

Generación Y (Millennials), nacidos entre 1981 y 1995, vieron a la tecnología volverse ubicua.

Generación Z (Centennials, iGen), nacidos entre 1996 y 2010, no conocieron al mundo como era antes del 9/11. Mis hijos y alumnos pertenecen a ella.

¿Cómo son los centennials?

Por un lado, es importante evitar etiquetar. Por otro lado, es importante comprender cómo es alguien (o un grupo) para poder convivir mejor con esa persona (o grupo). Dado lo anterior, redactaré los siguientes párrafos como afirmaciones, en vez de posibilidades, para que sea más sencillo de leer. Sin embargo, léanlo, por favor, teniendo en mente que no todos los centennials poseen todos los rasgos a la vez. Acompaño cada conjunto de características con algunas ideas que pueden servir para potenciar lo positivo que dichas características tienen.

Lo que comparto lo he logrado reconocer en mis hijos y alumnos gracias a diversas lecturas y videos que menciono al final de la entrada y a la reflexión diaria de la aventura que es darles clases. Comencemos.

Son nativos digitales. No conciben el mundo sin Internet y sin un teléfono inteligente, porque no tuvieron la oportunidad de experimentarlo, así que viven buena parte de su vida a través de su teléfono. Dan por hecho todo lo que fue creado antes de que nacieran, porque lo han tenido siempre. Consideran que en Internet pueden encontrar todas las respuestas. Están sobre-informados.

art-2170116_1280_opt.pngPodemos apoyarlos para que hagan mejores preguntas (que son más importantes que las respuestas), para que sepan buscar en Internet y para que distingan la información que realmente es respuesta, de la que no lo es y la cierta de la falsa.

Les gusta ser protagonistas, principalmente de su vida, lo cual puede entrar en conflicto con el hecho de que piensen que todo está hecho ya y se encuentra en Internet (pueden pensar que queda poco por hacer que sea original o intentar cosas peligrosas o desagradables en busca de la originalidad). La sobre-información y la degradación del planeta provocan que les cueste trabajo encontrar líderes positivos sin defectos en los cuales inspirarse y que sientan poca admiración por las generaciones anteriores, que les están heredando un planeta semi-destruido. La presión de las redes sociales complica aún más el que distingan lo que es correcto hacer de lo que no (no me refiero a lo que sería correcto para las generaciones anteriores, sino a lo que sería correcto para ellos mismos, dado lo que quieren lograr).

Podemos orientarlos para que encuentren protagonismos valiosos y proyectos provechosos qué realizar, así como apoyar sus deseos de cambio y sus pasiones (positivas), buscando que sean menos dependientes del número de likes que obtengan. Podemos ser esos líderes positivos que ellos necesitan (ver más sobre liderazgo positivo aquí)

nature-3342437_1280_opt.jpgCasi todo lo que se consigue virtualmente lo tienen, sin límites. Tampoco conocen fronteras, pueden trabajar a distancia con gente de casi todo el planeta. Viven en un mundo que cambia tan rápido, que no suelen resistirse al cambio, se aferran menos a las cosas, planean menos y no le ven sentido a pensar en las consecuencias de lo que emprenden, porque hacerlo les limitaría la creatividad. Eso puede verse como imprudencia y poca madurez, pero pudiera ser exactamente lo contrario, por ser congruente con su forma de ver la vida.

Podemos, dado que casi no hacen planes, hacerles ver que, si bien se pueden morir mañana, también pueden vivir muchos años y es mejor, por tanto, planear ciertas cosas y evitar otras que les puedan complicar la vida después (quemar su imagen en redes sociales, por ejemplo).

Les gusta hacer las cosas a su modo y evitan trabajar en aquello que no los hace felices, porque no les resulta trascendente.

Podemos acompañarlos para que se formen conceptos más realistas de “ser felices” y de “ser trascendentes”, eso les permitirá mantenerse más tiempo enfocados en los proyectos que inicien, aunque éstos tenga breves etapas que no los haga tan felices.

Reconocen lo que son y lo viven con cierta seguridad, aunque por fuera se vea como rebeldía, por no mostrar interés en ser como los mayores quisiéramos que fueran o en tomar en cuenta nuestra experiencia. Les interesa probar cosas nuevas, sin ocultar cuando se equivocan al hacerlo, porque no lo están haciendo por quedar bien con nadie más que con ellos mismos.

Podemos mostrarles lo positivo de aquello que consideremos que deben tomar en cuenta de nuestra experiencia, para que ellos mismos decidan intentarlo. Si logramos que lo vean como una propuesta constructiva, en vez de una imposición o sermón, tendremos más oportunidades de que lo tomen en cuenta.

Son empáticos ante la diversidad y las familias disfuncionales, porque les tocó vivir en un mundo en el que eso es la norma, no la excepción. Son creativos para resolver problemas, compasivos, menos propensos a juzgar, más simplistas en sus necesidades, conscientes y social y ecológicamente responsables.

Aceptémoslo, en este caso, lo que podemos (más bien debemos) hacer es seguir su ejemplo, para potenciar su efecto restaurador en nuestra sociedad.

idea-1880978_1280_opt.jpgMi percepción personal es que los centennials pueden revertir la tendencia de destrucción del planeta en la que estamos metidos. Necesitamos tenerles paciencia y empatía, orientarlos y apoyarlos para que lo logren. Si nos limitamos a sentirnos incómodos por lo diferentes que son, a pensar “¿a dónde vamos a parar  con esta juventud?” y a bloquearlos y reprimirlos, lo que quizá logremos sea su enojo y frustración, además de que podemos apagar su impulso positivo, que tanta falta le hace a nuestro mundo. Confío en que no suceda.

¿Cómo son los centennials al aprender, en especial matemáticas?

Prácticamente todo lo que mencioné en los párrafos anteriores afecta directa o indirectamente a la forma en la que aprenden. Veamos algunos aspectos aún más relacionados con el aprendizaje.

Cada vez le ven menos sentido a estudiar una carrera, por los costos, el tiempo “no productivo” que implica, el hecho de que cada vez más compañías toman más en cuenta la experiencia que el título y el hecho de que muchos de ellos prefieren autoemplearse (autodeterminarse) para tener más libertad, flexibilidad y equilibrio personal-laboral para lograr un impacto positivo y un sentido de propósito, que muchas estructuras laborales rígidas no les permitirían.

Podemos orientarlos para que tomen buenas decisiones. Aunque posean talentos que, cuidados y desarrollados, les pueden dar de comer sin estudiar una carrera, el respaldo y la estructura mental que les proporciona el estudiarla puede a la larga ser muy útil, aún más si a la par desarrollan ideas para emprender por su cuenta. Como muchos viven aquí y ahora, transmitirles eso es todo un reto.

Consideran que todo lo pueden aprender mediante un tutorial en Internet (aunque en ocasiones no saben buscar y/o discriminar los tutoriales buenos de los que más bien confunden). No ven la necesidad de aprender algo que no saben si usarán después, ya que consideran que pueden aprenderlo en el momento que realmente lo requieran. Prefieren resolver los problemas de raíz, no parcharlos (por ejemplo, prefieren encontrar formas de erradicar el hambre en vez de ser voluntarios en un comedor de beneficencia), lo cual es muy positivo, pero provoca que se rindan cuando no entienden algo en clase, porque no tienen las bases necesarias para entenderlo y sienten que necesitan que se les explique a partir de conceptos muy básicos.

Podemos, en niveles escolares superiores, apoyarlos y orientarlos para que puedan subsanar esas deficiencias que tienen, mediante actividades que les propongamos o tutoriales que les recomendemos (es una de las razones de este blog). Así podrán tener una base más sólida para adquirir nuevos aprendizajes. Y podemos mejorar la forma en que se enseña en la primaria y secundaria (otra de las razones de este blog), para que no se den esas deficiencias. Claro que muchos de los niños que están ahorita en primaria ya no se considerarían centennials… ya veremos cómo serán cuando crezcan.

chalk-1551566_1280_opt.jpgYo he optado por, al explicar un ejercicio en el pizarrón (que debieron haber resuelto previamente) escribirlo en una gran cantidad de pasos muy detallados, porque si lo hago como solía hacerlo se pierden en el procedimiento muy fácilmente. Conforme logro que sus bases mejoren a través de la práctica, puedo detallar un poco menos, pero sigue siendo mucho más necesario que con las generaciones anteriores.

Han vivido un sistema educativo cambiante para el que probablemente sus profesores no estaban preparados, por lo que no tienen las habilidades y conocimientos que tuvo la generación anterior ni lograron las que se esperaría que lograran con las nuevas formas de enseñar.

Podemos tomarlo en cuenta al momento de diseñar las actividades de enseñanza-aprendizaje que usaremos con ellos. Las que usábamos con los millennials ya no son útiles. Cada tema necesita revisarse desde más atrás, para lograr llegar a algo que sí recuerden, de lo cual podamos partir, lenta y detalladamente, para los siguientes aprendizajes.

Les cuesta retener información, ya que no están acostumbrados, pues mucho de lo que necesitarían memorizar lo guardan en la memoria de su celular. Esto se agrava pues los periodos en que pueden mantener la atención son muy breves y prefieren emplearlos en algo que disfruten, les rete y les de sentido a sus vidas.

Podemos hacerles ver las ventajas de memorizar cierta información (contestar más rápido para que les alcance el tiempo en los exámenes y tener la información más a la mano cuando la necesiten) y ayudarlos a lograr esa memorización. También podemos emplear actividades de aprendizaje en las que ellos se involucren de forma tal que puedan retener lo aprendido por más tiempo y que tomen en cuenta esa ventana de atención tan corta que tienen. Captar su atención es todo un reto, sólo queda probar una idea tras otra que se nos ocurra, porque cuando conseguimos que se enfoquen pueden lograr mucho aprendizaje. Considero que los contrastes intencionados en los ejercicios que les planteamos pueden resultar de mucha ayuda (ver más sobre actividades contrastadas aquí).

book-1853677_1280_opt.jpgEvitan entregar por entregar una tarea y también evitan intentar copiarla. Más bien piden ayuda para hacerla, aunque, con la falta de conocimientos previos de la que adolecen, el explicarles conceptos nuevos es todo un reto para sus compañeros que sí los entienden. Saben que necesitan ser capaces de hacer las cosas por sí solos, para poder contestar y pasar un examen, por ejemplo, pero les cuesta autogestionarse para lograr esa capacidad.

Podemos diseñar una dinámica de clase en la que tengan oportunidad de trabajar solos, con orientación de sus pares y con una retroalimentación detallada del profesor, para que logren los aprendizajes y desarrollen la confianza que necesitan para contestar un examen. Acepto que lograrlo es complejo, sobre todo si los tiempos de clases son cortos en comparación con la cantidad de material a revisar, pero es lo que me ha funcionado un poco mejor, entre lo que he probado.

Asumen los resultados de sus exámenes como consecuencia del esfuerzo que le dedicaron a estudiar y son menos afectos a quejarse por ellos, incluso parecen apáticos, más concentrados en lo que sigue que en lo que ya pasó. Eso hace más pacífico para el profesor el proceso de entrega de calificaciones, pero vuelve más complicado el motivarlos.

Podemos… imaginar y probar distintas ideas. Cuando busqué en Internet «cómo motivar a un centennial» (sí, yo también lo hago) encontré muy poquita información. La mayoría los describe pero no proporciona estrategias para motivarlos. Lo que aquí les he compartido es una compilación de lo que he leído, observado y probado.

audio-9066_1280_opt.jpgConsidero que, de todo lo que he probado, lo que mejor me ha funcionado es interesarme por ellos sinceramente, ganándome su respeto y cooperación, al ponerme en el plan de: «estas habilidades las necesitan para estudiar el resto de su carrera y para tomar mejores decisiones en su vida en general, así que vamos viendo entre todos qué estrategias usamos para lograr que las adquieran». Ellos me han propuesto algunas ideas y yo me he inventado otras (todas las he mencionado en este texto) y voy probando y ajustando sobre la marcha. Poco a poco vamos entendiéndonos mejor y se va dando un doble aprendizaje: ellos aprenden matemáticas y yo aprendo a enseñar a centennials. Sé que me queda mucho camino por andar y que quizá para cuando termine de entenderlos ya lleguen a mis clases los miembros de la siguiente generación pero… todo profesor es un alumno también, así que seguiré aprendiendo cómo enseñar a cada generación.

Para cerrar

business-world-2207747_1280_optUna buena noticia es que ya empezamos a conocer cómo son los miembros de esta nueva generación, otra buena noticia es que hay mucho que podemos hacer para llevarnos bien con ellos y ayudarlos a aprender. La forma concreta de hacerlo dependerá mucho de las circunstancias, personalidad e imaginación de cada quién. Los invito a intentar una y otra idea que se les vaya ocurriendo, hasta lograrlo. Si el centennial que tienen enfrente no tiene las características que he descrito, lo que pueden hacer entonces es darse el tiempo de entenderlo, para que puedan apoyarlo.

Confío en haber logrado transmitirles que gran parte de las características de la generación Z está dada por el mundo en el que les tocó vivir, que es el que las generaciones anteriores les construimos. Por lo tanto, quejarnos de cómo son es quejarnos de cómo los hicimos ser y no tiene sentido. Eso me recuerda a una caricatura de Mafalda (de Quino), en la que una persona mayor ve pasar a un chavo hippie y exclama «¡¡Esto es el acabóse!!» Mafalda lo mira y le dice: «No exagere, sólo es el continuóse del empezóse de ustedes»

classroom-1297775_1280_opt.pngQuizá se lea como que estoy proponiendo tratar a esta generación “con pincitas” y rendirnos ante sus características, pero no es esa mi intención. Lo que propongo es que mostremos la madurez necesaria para tratarlos como necesitan ser tratados para que la relación fluya positivamente, por el bien de ellos y de nosotros. Llegué a esta conclusión después de varios intentos fallidos de persuadir, sermonear, imponer, incluso amenazar con consecuencias negativas. Simplemente no parece funcionar con muchos de los miembros de esta generación. No se les puede convencer con argumentos que no les hacen sentido, mucho menos obedecen ciegamente. Y, ¿saben algo?, realmente se siente muy bien no poder usar esas estrategias que logran resultados pero dañan la convivencia. Enfocarse en llevar una relación positiva y, gracias a ella, lograr acompañar a los centennials en su camino de aprendizaje y madurez, implica mantenernos atentos y empáticos para conocerlos mejor y encontrar por dónde llegarles. Es una labor ardua y muy enriquecedora, porque nos lleva a ser mejores personas a todos.

Será muy bueno acabar pareciéndonos a ellos en lo positivo y lograr orientarlos para que lo menos positivo perjudique poco su futuro… que será el nuestro, pues ellos pronto dirigirán este planeta.

Gracias por el interés en leer esta entrada y por compartirla con quienes consideren que pueden aprovechar lo que aquí escribí. Me gustará leer en los comentarios su opinión sobre lo que escribí y las ideas que ustedes tienen sobre los centennials y cómo podemos lograr que aprendan. Mientras más ideas tengamos para probar (más herramientas en nuestra caja de herramientas), más probable es que lo logremos.

Hasta la próxima semana

Rebeca

PD1: Aún no he logrado insertar en esta sección un botón que permita seguir el blog… lamento la molestia que implica ir a la página principal para hacerlo.

PD2: Quiero agradecer a estas páginas en las que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay y webresizer

Este texto estuvo orientado por mi experiencia cercana con los centennials y lo consultado en:

Revista Algarabía julio-agosto 2011

Artículos NYT: Inside Gen Z  y  Teachers´voices

Artículo: Cómo motivar a todos, desde los Baby Boomers hasta los Centennials

Charlas TED de: Jason Dorsey, Corey Seemiller, Nathaniel Turner, Crystal Kadakia, Elise By Olsen

Video de Jaime Leal

49 comentarios en “¿Cómo motivar a un centennial para que aprenda? Un acercamiento al tema, con algunas ideas para matemáticas

  1. Me parece super interesante toda la información que has recabado. Creo que nos hace más conscientes sobre nuestras característica scomo generación para poder trabajarlas, mejorarlas y buscar consejo y orientación de todos aquellos que tienen más experiencia sobre cómo mejorar el aprendizaje.

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  2. Rebe, coincido contigo,en que estas generaciones son todo un reto en varios aspectos , pero ese reto es mutuo : tanto para entenderlos como para que aprendan, comprendan y ejecuten lo que queremos dar como enseñanza , gracias por todas las sugerencias , de tu artículo me gusto precisamente que observas la problemática y a la vez nos das la sugerencia .
    Yo te agregaría,que además ,como en todo: hay calidad de alumnos. Algunos son excelentes y con otros nos cuesta más la interacción .
    Sigamos en este gran reto : la enseñanza .
    Felicidades.

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    • Muchas gracias, Rosa,

      En efecto, la enseñanza es un gran reto que podemos asumir mejor mientras más nos preparemos y mostremos interés en conocer y reconocer las características de nuestros alumno.

      Saludos!

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  3. Estimada Rebeca:

    Leí y escribo desde la posición de profesor novato. Desde esta postura, esta entrada del blog me ha dado grandes luces para orientar mi actividad docente, cosa que te agradezco infinitamente. Lo más duro con lo que me he encontrado es la realización de que lo que me funcionó a mí como alumno, apenas tiene efecto en estos jóvenes, así que corregir y adaptar sobre la marcha ha sido un reto interesante. Para mi fortuna, intuitivamente, mi punto de partida ha sido precisamente el que recomiendas: «interesarme por ellos sinceramente, ganándome su respeto y cooperación». Me da tranquilidad saber que por lo menos en eso coincido con los más experimentados. Muchas gracias por compartir tus reflexiones y descubrimientos en esta fascinante materia.

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    • Estimado José Carlos,
      Gracias a ti por elegir el enfoque de interesarte por tus alumnos sinceramente. Con eso, se vuelve menos trascendente a qué generación pertenecen, porque los tratas según lo necesitan. Me da mucho gusto que mis reflexiones te puedan ayudar a orientar tu actividad docente para que el periodo en el que te sientas un profesor novato pase muy rápido.
      Saludos

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  4. Rebeca, buenas tardes:
    Comparto tu punto de vista de como son los Centennials, Nativos digitales, lo que en ocasiones me causa problemas, ya que no pueden vivir sin el teléfono celular en las manos. Protagonistas, No conocen fronteras, lo que los lleva en momentos a actuar de manera irrespetuosa. No les agrada o encuentran motivación en temas que no les resultan trascendentes o de poca utilidad, por tal motivo, con muy poca cultura general, ya que en Internet pueden encontrar todas las respuestas. Como les toco vivir «conductas» que hoy son la norma y no la excepción, son más tolerantes.
    Así las cosas, me permití, hacer un ejercicio de campo en mi salón de clases, ( 32 alumnos ), todos Ellos Generación Z ( Centennials, iGen ), Universitarios, de diferentes carreras empresariales, 17 mujeres y 15 hombres y entre todos, aplicando las características a que haces referencia en el artículo en comento, eligieron a Ella y a El, que más se apega o asemeja al «prototipo» del alumno Centennials e incluso, los elegidos, reconocieron que, sí «cubren» con este perfil, inquietos, irrespetuosos, inteligentes, les cuesta retener información y les resulta complicado mantener la atención por tiempos mayores a 15 o 20 minutos y sus padres y maestros, tienen una gran influencia en la toma de sus decisiones académicas y profesionales.

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    • Buenas tardes, Francisco,
      Me parece muy interesante el ejercicio que realizaste en tu salón. Conocer mejor a nuestros alumnos ayuda a que dejemos de «darnos de topes» porque no reaccionan como quisiéramos y nos dediquemos a encontrar formas más adecuadas de trabajar con ellos. No digo que sea fácil, sólo creo que es la opción más realista que tenemos.
      Saludos

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  5. Me quedo con dos elementos de tu publicación:
    «Captar su atención es todo un reto…» . Es abismal la diferencia entre mi actividad docente de hace 15 años con la actual, hoy por hoy me tengo que parar de cabeza y colgarme luces de colores para atraer su atención, no solo los pierdes en segundos, son a la vez pragmáticos y demandantes, gozan de virtudes que resultan complicadas al momento de impartir una clase tradicional; voy a trabajar e investigar más sobre los contrastes intencionados que mencionas, los utilizo en diversas formas con buen resultado pero me agotan en minutos.
    Y el segundo elemento: «..lo que mejor me ha funcionado es interesarme por ellos sinceramente, ganándome su respeto y cooperación». Esta es la clave, antes de verlos como alumnos yo trato de visualizarlos como mis hijos (de hecho son de la misma edad), y afino mi canal de escucha para no perder un detalle de lo que hablan, eso me enriquece muchísimo y al final, aunque son protagonistas, sobre informados, sin fronteras, nativos digitales y con una gran seguridad, están permanentemente necesitados de nuestro consejo, aunque no lo digan lo piden a gritos, y no podemos privarlos de ello. Sería perverso.
    Enhorabuena por tu muy valiosa iniciativa con el blog, estaré al pendiente de retroalimentar contigo cualquier experiencia positiva en aras de enriquecer el proceso de enseñanza a esta poderosa generación.

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    • Estoy de acuerdo contigo, Fernando, en que las virtudes de esta nueva generación resultan complicadas al momento de impartir una clase tradicional. Por eso mismo, lo que mejor funciona es interesarnos por ellos sinceramente, dado que es la única forma de llegar a entenderlos lo suficiente como para encontrar la manera de ayudarles a aprender y a madurar. Gracias por tu comentario y por tu apertura a verlos como una generación poderosa. Mientras más profesores los veamos así, mayor efecto Pigmalión lograremos en ellos.
      Saludos

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  6. Hay algo que me llama poderosamente la atención respecto a los Centennials, y es que me parecen pequeños filósofos de nuestro tiempo, es decir, siempre están buscando respuesta a las preguntas ¿por qué? y ¿para qué?. Me recuerdan a los pequeños niños que lanzan inquietas preguntas a cada momento, al punto de desesperar a sus padres que acaban (acabamos) contestando “por que sí”. Y aquí es donde entramos los profesores: debemos fortalecer la paciencia, la comprensión y la agudeza mental para poder responder de manera solícita a tantas inquietudes que tienen y, en aquellos alumnos que no tienen tanta inquietud intelectual, nos toca despertar esa emoción por el conocimiento, por saber más para aportar más.

    Estamos frente a una etapa de muchos e interesantes retos, y la docencia no escapa a ellos. Gracias Rebeca por tus atinadas reflexiones, creo que varios tomaremos tus sugerencias al momento de impartir nuestras clases. Un abrazo.

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    • Hola, Olga, estoy de acuerdo contigo en que nos toca responder de forma solícita y sincera a todos esos ¿por qué? que rondan la cabeza de los Centennials (se dan cuenta muy fácilmente si les dices algo que no tiene sentido y con ello pierdes su confianza) así como apoyar a los menos curiosos para que despierten su curiosidad.
      El soporte entre docentes será muy importante para salir adelante en esta etapa de retos por cambio de generación. Por eso escribí esta entrada, confío en que le resulte de utilidad a los que, como tú, la lean con la intención de entender más para apoyar mejor a estos jóvenes.
      Un abrazo.

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  7. Hola Rebeca, me agradó mucho la entrada de tu Blog, la lectura es dinámica y entretenida, tanto así que captaste la atención de dos Centennials (cosa que me sorprendió gratamente) y los motivaste a comentar.

    Me agradaría bastante que hicieras una entrada más especifica sobre las dinámicas de clase en la cual se explique con más detalle lo que te ha funcionado y lo que no, para ponerlas en práctica.

    Por mi parte solo resta felicitarte, esperando que mi comentario te motive a seguir escribiendo, seguramente muchos docentes te lo agradecerán. Saludos.

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    • Hola, Edwin, muchas gracias por tus comentarios. Sí me anima a seguir escribiendo el saber que a alguien le resulta útil lo que hago. Cada semana subo una nueva entrada, que busca mejorar la relación de las personas con las matemáticas, principalmente apoyando a papás y docentes en su valiosa labor de enseñar matemáticas a sus hijos y alumnos.

      Aún no tengo definidas claramente las dinámicas que mejor funcionan, porque me tomó año y medio empezar a entender a estos jóvenes y apenas hacia el final de este semestre empecé a dar con algunas cosas que parecen funcionar (todo lo que incluí en esta entrada), como lo es explicar desde muy atrás y con mucho detalle cualquier proceso de solución. El siguiente semestre trabajaré en afinar esas ideas y, cuando tenga algo más concreto, lo compartiré por este medio.

      Te sugiero que observes a tus alumnos con la sincera intención de entenderlos y, con base en eso y en lo que escribí en esta entrada, vayas probando lo que propuse y lo que consideres que puede funcionar. Ya verás que reaccionarán positivamente si notan tu interés sincero en ayudarlos. Al menos eso me pasó a mí.

      Saludos

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  8. Primero la felicito por su artículo y por su generosidad al compartir sus ideas en este espacio. Procuraré en adelante seguirla en sus reflexiones. Por otro lado es impresionante cómo en tan poco tiempo los chicos en las aulas han cambiado; en particular me sorprendió leer el dato de que lo que se utilizó con los millennials ya hoy no funciona. El término centennial lo escuché apenas el semestre anterior, en este mismo año 2018, y dicho término no me quedó muy claro la verdad ¿cómo distinguir a un millennial de un centennial? Concluí que finalmente eran iguales. Considero correcto lo que afirma respecto de que la pertenencia a una generación depende más de la actitud que de la edad. Habrá aspectos comunes a ambas generaciones pero luego de haber leído su artículo considero que efectivamente hay ciertas diferencias y que esas diferencias hay que tomarlas en cuenta para la formación de los alumnos y también de los hijos. Como bien dice el refrán pedagógico «Para enseñar latín a Pedro, hay que saber latín, pero también hay que ´saber´ Pedro». Nuevamente gracias a usted por sus ideas y aprovecho también a mi maestra Adriana Gallo por compartir este recurso conmigo.
    Saludos.

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    • Gracias, Víctor, por tu comentario, y por tu apertura para tomar en cuenta, en la formación de esta nueva generación, sus diferencias con las anteriores. Seguramente obtendrás mejores resultados que si los tratas como tratabas a los jóvenes de las generaciones pasadas.
      Saludos

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  9. Rebeca, gracias por el análisis que realizaste de la manera que aprenden los Centennials. De lo que escribes, coincido en que debemos conocerlos e interesarnos en ellos y lograremos mejores resultados porque se sienten considerados. Hacerles ver que lo que están aprendiendo es la base para aprendizajes subsecuentes, en que les servirá para aplicarlo en su vida profesional para que tenga sentido el aprendizaje. Siempre es un reto el buscar nuevas estrategias para una generación con características diferentes que empezamos a conocerla. Definitivamente seguiremos aprendiendo como enseñar mejor a cada generación.
    Saludos.

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  10. Estimada Rebe:
    Como siempre es un placer leerte, tu manera de escribir es clara y sencilla y logras transmitir con sencilles llo que quieres comunicar, me gusta mucho la forma en que escribes y se, que al leerte siempre puedo aprender de tí (aunque el tema central de tu blog, no es algo que se me dá).
    Me quedo con tus siguientes sugerencias:
    1. » … podemos interesarnos en sus características, entenderlas y lograr una convivencia armónica con ellos»;
    2. A su inquietud de ¿para qué estudiar? «… el respaldo y la estructura mental que les proporciona el estudiarla puede a la larga ser muy útil, aún más si a la par desarrollan ideas para emprender por su cuenta».
    3. La importancia que tiene el actualizar semestre a semestre, las actividades de aprendizaje que se planean, lo que sido efectivo con un grupo puede no serlo para otro.
    4. Diseñar una dinámica de clase en la que los estudiantes tengan oportunidad de trabajar solos, con orientación de sus pares y con una retroalimentación detallada del profesor, para que logren los aprendizajes y desarrollen la confianza.
    Y cierro mi comentario con, «no solo los estudiantes aprenden de nosotros, nosotros también aprendemos como enseñarles».
    ¡Muchas felicidades!

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  11. Muy buen artículo, felicidades!. Llevo 11 años como profesor universitario y he experimentado la evolución de las generaciones y por lo tanto la necesidad de evolucionar también en la docencia por lo que lo expresado aquí me da buenas recomendaciones. Con respecto a las características de esta nueva generación, me deja optimista que ellos tratan de resolver el problema de raíz y no sólo parcharlos, ya que soy de la idea de que tomar decisiones como legalizar las drogas o el aborto es precisamente eso, parchar problemas o «esconderlos bajo la alfombra» para evadir responsabilidades y sin pensar en consecuencias más graves. Un saludo.

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    • Muchas gracias, Francisco.
      Yo también me siento optimista y con muchas ganas de apoyar a esta nueva generación. Resolver los problemas de raíz va a ser más tardado y complejo, pero es alcanzable y, a la larga, será mucho mejor.
      Saludos.

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  12. Es muy buen artículo. Como profesor y mamá de jóvenes centenialls es importante conocerlos, entenderlos y hablarles de acuerdo a sus necesidades. Coincido que son jóvenes con grandes capacidades con los cuales tenemos el compromiso de impulsarlos y motivarlos. Creo que son chavos que no sólo tienen las ganas de ser o hacer las cosas diferentes, estoy segura que lo harán!! Gracias.

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    • Muchas gracias, Erika. Estoy de acuerdo contigo: si mostramos interés en tratarlos como necesitan ser tratados y les hacemos notar que creemos de verdad que van a lograr grandes cosas, seguramente que lo harán.
      Saludos

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  13. Felicidades, muy acertado y útil no solo para matemáticas sino para cualquier materia, lo aplicare en temas de Derecho y te compartiré mi experiencia, muy útil porque doy clase en primer semestre y las características que narras son las de mis alumnos

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    • Muchas gracias, Jorge, me da mucho gusto saber que sí has visto en tus alumnos las características que describí y que lo que sugiero lo vayas a aplicar en Derecho. Por eso redacté el título así, para que se entendiera que era un tratamiento general del tema, sólo un poco orientado a matemáticas. Los lectores y yo te agradeceremos mucho que nos compartas tu experiencia.
      Saludos

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  14. Rebeca, gracias por tus reflexiones. Me preocupa leer en otros sitios como se clasifica a los alumnos según sus generaciones, y me agrada ver que tú evitas hacerlo. Me parece que son mucho más profundos los alumnos y etiquetarlos no es justo para el alumno y no ayuda al maestro. Gracias por las recomendaciones que nos das. Las pondré en práctica y luego te platico cómo me fue.

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    • Muchas gracias, Dixie, por reconocer que los alumnos son más profundos que una etiqueta que podamos ponerles por su fecha de nacimiento y por darte a la tarea de buscar información para entenderlos… y ponerla en práctica. Tener la voluntad de hacerlo es un muy buen inicio, verás que cuando ellos noten que estás buscando comprenderlos y atenderlos de acuerdo a sus características empezarán a responder positivamente.
      Espero que vuelvas pronto por aquí a platicarnos cómo te fue.
      Saludos

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  15. Me encanto lo que escribió de los centennials! siento que nos describe totalmente. Me pareció muy interesante más que nada dos cosas: 1. No obedecemos ciegamente y 2. Que sentimos la necesidad de ser capaces de hacer las cosas por nuestra cuenta.

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    • Muchas gracias, Casandra, por la paciencia y apertura que tuvieron conmigo.
      Me da mucho gusto haber logrado describirlos, para que los lectores del blog puedan conocerlos, entenderlos y apoyarlos.
      Es muy enriquecedor trabajar con gente que no obedece ciegamente y que siente la necesidad de hacer las cosas por su cuenta, entre otras características positivas.

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  16. Me encantó lo que compartiste. Como centennial puedo decir que la dinámica dentro de la clase debe cambiar, no sólo en matemáticas, sino que también en todas las materias, ya que nada queda estático y la manera en la que aprendemos es algo distinta a lo que las demás generaciones están acostumbradas. ¡Muchas felicidades y gracias por compartir! Muy buen análisis 😀

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  17. Muy bueno mi querida e inspiradora Rebe. Creo que la primera razón por la cual disfruto leerte es porque transmites tu enorme gusto por escribir y compartir tus valiosas ideas. Cómo te lo he dicho…tienes para otro blog que bien podría llamarse «impulsodevida». Y bueno…este tema de los centennials, a quien me gustaría llamar a
    App Generation como lo hace Gardner me apasiona tremendamente. ¡Gracias amiga!

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    • Gracias por tu comentario, Alexe,
      Comparto tu pasión por esta nueva generación, cuyas características son tan interesantes. Reflexionar junto con ellos cómo son y qué los mueve resultó muy enriquecedor. Como menciono en el texto, compartir en este espacio lo que me enseñaron es mi forma de darles las gracias.

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  18. Rebe, me gustó muchísimo tu entrada de los Centennials, hay muchas cosas rescatables de tu discurso, el definir a una generación no por su fecha de nacimiento sino por sus circunstancias de vida, lo que son ellos es lo que hemos hecho todos nosotros, no etiquetarlos, no masificarlos ni tratarlos con igualdad sino con equidad que es mas justo. Lo que mas me ha gustado es que expones herramientas prácticas para trabajar con ellos, con lo que me quedo es el de presentarles retos para que aprendan mejor y con un sentido. Darles un impulso positivo, ellos están muy informados pero en muchos de los casos poco formados ahí entramos nosotros, seremos su norte para que no queden a la deriva.
    Muchas gracias por compartir esta información y lo más valioso, ¡tu experiencia!

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    • Muchas gracias por tu comentario, Adriana, y por tu compromiso con esta nueva generación, mediante la capacitación de los profesores que los formamos.
      Y sí, el darle un sentido a lo que aprenderán, que antes era importante, ahora es indispensable. A buscar estrategias para lograrlo.

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