Esta es la entrada 288 de este blog. 288 es múltiplo de 9, un número que me gusta más que los demás (ver por qué aquí), por lo que toca escribir sobre algo especial.
Las últimas semanas he estado escribiendo sobre el cierre del ciclo pasado del apoyo a escuelas públicas vulnerables mediante Aprendizaje Basado en Juegos (ver aquí, aquí, aquí y aquí).
El viernes pasado cerramos extraoficialmente ese ciclo. Todavía estamos analizando todos los resultados, de cara al siguiente ciclo.
Toca ajustar el engranaje que hizo funcionar todo, quizá cambiar un engrane grande por uno chico aquí, uno chico por uno grande allá, apretar un tornillo por aquí y aflojar una tuerca por allá. Y aceitar, aceitar mucho todas las partes para que nada se atore.
El primer ciclo fue un piloto lo mejor planeado que se pudo, con muchos ajustes sobre la marcha. Este segundo ciclo habrá cambios más drásticos, que estamos definiendo en este momento.
Y debemos apurarnos, porque reiniciamos en cuatro semanas.
Así es esto de intentar hacer algo tan complejo, no hay mucho tiempo para parar, solo lo necesario para tomar aire, reorganizar las neuronas y ¡a seguirle!
Ya les estaré platicando cómo van las cosas, por lo pronto, la esencia de la propuesta sigue siendo Aprendizaje Basado en Juegos, usando los juegos que pueden ver aquí.
Buscaremos acompañar a los docentes y a los estudiantes más de cerca para que se apropien de la propuesta y logremos mejores resultados que este ciclo que terminó. Creo que aprenderemos mucho en el proceso de los usuarios de los juegos. Ya les iré contando por aquí.
Hasta el próximo miércoles.
Rebeca
PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay
