La intención es lo que cuenta

Esta es la entrada 267 de este blog. La escribo el día en que fui a una escuela a acompañar a estudiantes y docentes mientras jugaban con el material didáctico que diseñé (ver cuál aquí).

Estoy, como dicen por ahí, cansada pero contenta.

Cansada porque es pesada la dinámica de apoyar a los docentes mientras mejoran las formas de jugar con sus estudiantes.

Contenta porque re-confirmé que a los estudiantes les encanta jugar. Se emocionan. Y la emoción es el pegamento de la memoria, entonces confío en que vayan aprendiendo mucho conforme jueguen.

Para eso requieren que el juego tenga intención. Por eso insistimos mucho al explicar a los docentes las actividades qué es lo que se busca con ellas, para que traten de asegurarse de que sus estudiantes lo están logrando.

Mover bolitas de un lugar a otro en el ábaco quizá ayude un poco a la sicomotricidad fina, pero hacerlo con la intención de practicar el conteo, las sumas y las restas logra más con el tiempo invertido.

Esta es mi breve y cansada reflexión de hoy: «la intención es lo que cuenta» no es una frase vacía cuando del proceso de enseñanza-aprendizaje se trata.

Demos toda la intención a cada actividad que le propongamos a nuestros hijos y alumnos y así el tiempo invertido en ellas rendirá más frutos.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

Una pregunta

Esta es la entrada 258 de este blog. La última de 2022, escrita en la semana menos académica del año, así que solo dejaré por aquí una pregunta que llevo varios días haciéndome:

¿Qué puedo hacer yo, como capacitadora, para que los docentes a quienes capacito se apropien de lo que quiero compartirles, invirtiendo el tiempo y el esfuerzo necesario tanto para aprenderlo como para emplearlo en sus clases?

Se aceptan sugerencias de respuestas que me ayuden a complementar las opciones lo que ya he intentado. Me serán muy útiles para el proyecto en el que estoy actualmente, es una de las piezas que me faltan en ese rompecabezas.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Aún no he logrado insertar en esta sección un botón que permita seguir el blog… lamento la molestia que implica ir a la página principal para hacerlo.

PD2: Quiero agradecer a estas páginas en las que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay y webresizer

¿Querer es poder?

Esta es la entrada 255 de este blog. Va una pequeña reflexión:

Por más que quieras hacer algo (prepararte para lograr que tus alumnos aprendan ciertas habilidades), quizá no puedas.

Pero si no quieres (prepararte, practicar, dedicar tiempo)… es muy probable que no puedas.

En mi papel de capacitador docente, la motivación de los maestros es clave.

Así como en su papel de maestros, la motivación de los pequeños es clave.

El maestro no puede asumir que su estudiante quiere aprender.

El capacitador no puede asumir que el maestro quiere capacitarse.

Sin aire caliente, el globo aerostático no se elevará… Sin querer aprender, no lo lograrán…

A tomarlo en cuenta y buscar que quieran.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

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¿Cuál es mi ritmo?

Esta es la entrada 250 de este blog. ¡Un cuarto de millar de semanas publicando sin parar, con solo un par de tropezones o entradas casi vacías por ahí!

Hace poco más de un año publiqué una entrada relacionada con la frase «Aprender a mi propio ritmo» (ver aquí).

Sigo pensando lo mismo y el viernes pasado conviví con personas que coincidían: el ritmo natural tiende al mínimo esfuerzo para ahorrar energías, entonces lo natural será no esforzarse, a no ser que algo rompa esa inercia… Ese «algo» puede ser una motivación, intrínseca o extrínseca.

Sobre cómo motivar a los centennials, la generación que está actualmente en la escuela, principalmente en la educación superior, escribí hace un par de años también (ver aquí).

Ayudemos a nuestros estudiantes a tener un mejor ritmo motivándolos para que, aprendiendo a su ritmo, aprendan todo lo que queremos que aprendan, y aún más.

¿Por qué redacté el título así? Porque hoy por la mañana reflexionaba sobre esa pregunta y me di cuenta de que no hay una respuesta estática: mi ritmo depende de qué tan motivada me siento para hacer lo que está en mi lista de pendientes… qué tanto me apasiona y qué tanto creo que es valioso.

Y para ti, ¿cuál es tu ritmo?

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

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Jugar en vez de hacer planas

Esta es la entrada 248 de este blog. La escribo en la semana en la que voy a terminar de acompañar a varios docentes mientras juegan con sus alumnos con los materiales didácticos que diseñé (ver aquí).

Ya he visto dieciséis grupos. Reitero que necesito reforzar en los docentes la idea de que, de lo que más importa al realizar cualquier actividad de aprendizaje, es que tengamos clara la intención de la misma, para que la cuidemos conforme se va desarrollando.

Y también reafirmo la alegría que me da ver que los alumnos reciben con entusiasmo el jugar. Me hizo recordar algo que leí hace poco, no recuerdo dónde: para aprender algo nuevo necesitamos una cierta cantidad de repeticiones (de hacerlo, leerlo, escribirlo). Para aprender eso mismo jugando necesitamos ¡menos de la mitad de repeticiones!

Vale la pena, por tanto, encontrar todas las oportunidades de usar Aprendizaje Basado en Juegos. A seguir acompañando a los docentes para que saquen lo más posible del tiempo que están invirtiendo en esta estrategia.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

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Intención, intención, intención

Esta es la entrada 247 de este blog. La escribo en la semana en la que estoy observando a varios docentes jugar con sus alumnos con los materiales didácticos que diseñé (ver aquí).

Apenas me ha tocado ver a cuatro grupos, pero con eso ha sido suficiente para entender que necesito reforzar en los docentes la idea de que, de lo que más importa al realizar cualquier actividad de aprendizaje, es que tengamos clara la intención de la misma, para que la cuidemos conforme se va desarrollando.

Que usen creativamente el material, de formas distintas a las propuestas, me parece genial. Estoy aprendiendo mucho al observarlos.

Solo queda cuidar que acoten las acciones de sus estudiantes para lograr el aprendizaje que buscan.

Porque en el Aprendizaje Basado en Juegos, que es lo que estamos usando, el juego es el medio y el aprendizaje el objetivo. Qué bien que se diviertan jugando los estudiantes, pero lo que buscamos es que aprendan.

No queremos lanzar un dardo a cualquier parte de la diana, queremos darle al centro.

A seguir acompañando a los docentes para que saquen lo más posible del tiempo que están invirtiendo en esta estrategia.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

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¿Cuál mitad sabe el alumno?

Esta es la entrada 246 de este blog. Retomaré brevemente la reflexión pasada: si solo sé que mi alumno sabe la mitad de lo que debería saber (parece trabalenguas)… ¿de qué mitad estamos hablando?

Si me dan la mitad de los dulces de la foto, ¿de qué colores me tocarán a mí?

Puede llegar a pasar que dos alumnos con exactamente el mismo promedio, 50%, sepan mitades complementarias de lo que se evaluó: uno la primera mitad y otro la segunda, o viceversa; sobre todo en cierto tipo de evaluaciones con reactivos muy independientes entre sí.

A tomarlo en cuenta en nuestra labor docente… el detalle es lo que importa.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

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Cuando no sé lo que no sé

Esta es la entrada 242 de este blog. La dedicaré a una breve reflexión docente:

Hace poco hice una encuesta entre unos 60 maestros de primaria sobre lo que más trabajo les costaba enseñar. Entre las respuestas más frecuentes estuvo:

–Aquello para lo que los estudiantes no tienen las bases suficientes

–Aquello para lo que ellos no tienen las estrategias suficientes para que sus diferentes alumnos entiendan.

–Fracciones.

Sobre fracciones he escrito tres entradas

Fracciones, ¿qué las hace tan especiales?

Fracciones, simplificar y amplificar

Fracciones, ¿cómo hacer operaciones con ellas?

Sobre estrategias para enseñar muchos temas de matemáticas básicas trata este blog.

Y para mejorar las bases matemáticas de los estudiantes tengo tres materiales didácticos (ver aquí)

Por el título de esta entrada se darán cuenta de que se trata de algo más:

Después de revisar las encuestas apliqué un diagnóstico a algunos estudiantes y lo que descubrí me pareció muy interesante: un tema que casi ninguno domina es la resta con transformación, a pesar de que es un tema que ninguno de los docentes dijo que le costara trabajo enseñar (ver una propuesta de cómo enseñarlo aquí).

Si el docente no es consciente de que no está enseñando bien ese tema y, por tanto, le cuesta trabajo abordarlo, nunca va a poner de su parte para mejorar su práctica.

La breve reflexión es: analicemos objetivamente lo que realmente sabemos o no sabemos enseñar y trabajemos en mejorar aquello que es mejorable.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

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Extrapolando una idea

Esta es la entrada 236 de este blog. La aprovecharé para compartir una idea que se me ocurrió anoche: los «comecocos» o «matapiojos» se pueden usar para que nuestros estudiantes identifiquen y memoricen ciertos datos. Ya había publicado una entrada al respecto, con las tablas de multiplicar (ver aquí), pero de la misma manera se pueden aprender definiciones importantes en español, datos en historia, vocabulario en inglés, nombres de figuras en matemáticas… Solo es cuestión de tomar un «comecocos» y llenarlo con la información que se desee.

Lo acabo de hacer con datos sobre el cacao, en honor al «mundo» en el que está ambientada mi novela, Akhiré y los dos pilares.

La dinámica del juego variaría un poco. Puede ser que, por ejemplo, un estudiante pregunte al otro el dato que se esconde bajo la pestaña que eligió y, mientras el otro conteste bien, los roles siguen igual. En cuanto conteste mal, cambian de rol, hasta que uno se memorice todo y ya no haya posibilidad de cambiar de rol.

¿Qué otras ideas se les ocurren para llenar un «comecocos»?

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

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