Matemáticas coloridas

Esta es la entrada 278 de este blog. Hoy me sentía particularmente poco inspirada para encontrar una idea para compartir una pequeña reflexión, hasta que recordé que en estos días he estado leyendo algunas de las cartas que Van Gogh le escribió a su hermano Théo y en ellas habla mucho, pero mucho sobre cómo combinar colores para lograr los efectos que desea.

Y me vino a la mente que los colores se «aprenden» en la materia de Matemáticas, principalmente porque identificar y diferenciar los colores nos permite clasificar, que es una habilidad básica del pensamiento lógico matemático, uno de los dos pilares de una buena relación con las matemáticas (ver más sobre pensamiento lógico matemático aquí).

Al pintar, con óleo, acuarelas o similares, los colores básicos son amarillo, azul y rojo.

Luego tenemos los colores que salen de las combinaciones dos a dos de los anteriores:

-con amarillo y azul obtenemos verde, que contrasta de manera interesante con el rojo (como en los adornos Navideños)

-con amarillo y rojo obtenemos naranja, que contrasta de manera interesante con el azul (como en el logotipo de Impulso Matemático)

-y con azul y rojo obtenemos morado, que contrasta de manera interesante con el amarillo (he visto esa combinación en algunos uniformes deportivos).

¿Y qué pasa si se nos ocurre combinar los tres? Pues depende de las cantidades pero puede ser entre gris y café, «colores» que pueden considerarse menos interesantes.

La conclusión de esta breve entrada es que también con los colores podemos practicar matemáticas, ya sea clasificación, combinación o… aritmética, si se usan las regletas de Cuisenaire.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

Mayo 2023, «mes queso gruyere»

Esta es la entrada 276 de este blog. Es la primera del mes de mayo, el cuál al menos en México podemos imaginarlo como un «mes gruyere», lleno de hoyos entre los días hábiles, como el queso.

No siempre es tan grave como esta vez, pues dependiendo del año es qué tantos días inhábiles caen en fin de semana (ver sobre cómo saber qué calendario corresponde a qué año aquí).

Este 2023 todos los «festivos» de mayo caen entre semana. En un archivo que pueden descargar en la entrada de la liga del párrafo anterior pueden ver que la siguiente vez que ocurra eso será en 2028 y luego en 2034, y la vez anterior fue en 2017, por lo que es poco frecuente (y no cada 7 años, como pudieran imaginar, debido a los bisiestos… pueden ver toda la información ahí).

Solo ocurre cuando el 1 de mayo cae en lunes, si cae en cualquier otro día de la semana, alguno otro de los días festivos caerá en fin de semana:

Lunes 1 – Día del trabajo (festivo internacional)

Viernes 5 – Batalla de Puebla (festivo en el sistema educativo mexicano)

Miércoles 10 – Día de las madres en México… se supone que sí hay clases, pero algunas mamás no llevan a sus hijos.

Lunes 15 – Día del maestro en México, muchas escuelas no tienen clases.

Martes 23 – Día del estudiante en México, sí suelen asistir a la escuela, pero puede haber festejo en vez de clases en educación secundaria.

Además… viernes 26 – Consejo Técnico Escolar en México…

Y a veces si el día que se celebra algo no hay clases, el día anterior o el siguiente hay festejo / preparación de festejo en vez de clases.

Total que es un mes complejo para lograr continuidad en el aprendizaje, pero no desesperemos. Tratemos de aprovechar al máximo los días en que sí tenemos clases. Y podemos aprovechar para que nuestros alumnos desarrollen su pensamiento lógico matemático entendiendo las curiosidades y los patrones del calendario. Vuelvo a poner la liga a la entrada sobre calendarios aquí.

Hasta el próximo miércoles (que, aunque sea día de las madres, por primera vez en miércoles desde que existe este blog, algo publicaré).

Rebeca

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Esto también es matemáticas

Esta es la entrada 268 de este blog. La escribo en un lindo día 9, pues los dígitos de la fecha de hoy: 8 / 03 / 2023 suman 18, que si vuelvo a sumar sus dígitos llego a 9. El 9 es un número que me gusta más que los demás (ver por qué aquí).

Hace muchos años, cuando era pequeña, me gustaba ver el Plaza Sésamo de esa época que se transmitía en México. Uno de los clips que más recuerdo es el de Archibaldo explicando los conceptos:

Alrededor, alrededor, alrededor, alrededor, arriba, abajo, a través (obviamente soy incapaz de decirlo sin cantarlo).

Cerca y lejos (estos los digo con algo de falta de aire).

Pueden ver una versión de ese pedacito del programa aquí.

Entender estos conceptos tiene muchísima relación con el pensamiento lógico matemático, con el que reconocemos características y clasificamos: qué está arriba, qué está abajo, etc. Y el pensamiento lógico matemático es uno de los dos pilares de una buena relación con las matemáticas (ver más aquí).

A practicarlo con nuestros hijos y alumnos.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

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Buscando patrones

Esta es la entrada 251 de este blog. A medio camino entre la 250, en la que se cumplió un cuarto de millar de semanas publicando, y la 252, que es múltiplo de 9 y, por tanto, especial.

La escribo en una semana en la que he estado trabajando para descubrir los patrones que se pueden formar en un arreglo de 9 x 9 = 81 cartas del juego T3rcia (ver más sobre ese juego aquí), pues siento que reconocerlos me va a resultar útil para encontrar aún más formas de jugar con él y de entender algunas cosas que nos rodean.

A propósito, la entrada que más vistas tiene en este blog, 207 804 en el momento en que escribo esto, se llama Sucesiones, series y patrones: nos ayudan a interpretar al mundo. Junto con la siguiente, Sucesiones y series: ¿cómo determinar el patrón de formación?, fueron las primeras escritas a petición de una persona, maestra de educación primaria. ¡Gracias por ello, Meli!

Por ejemplo, los patrones en los anillos del tronco de un árbol nos permiten saber qué años tuvo suficiente agua, qué años hubo sequía, qué tanto sol le llegaba…

Sigamos buscando patrones en todo lo que vemos, para que nos sirvan para entender mejor el mundo en el que vivimos.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Aún no he logrado insertar en esta sección un botón que permita seguir el blog… lamento la molestia que implica ir a la página principal para hacerlo.

PD2: Quiero agradecer a estas páginas en las que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay y webresizer

Problemas «de pensar»

Esta es la entrada 211 de este blog. La escribo un día después de haber participado en una reunión con distintas personas que están, como yo, en la búsqueda de mejorar la educación. Estamos preparando un acompañamiento conjunto a escuelas vulnerables.

Abrí mi participación preguntando:

¿Cómo decide un niño si un problema escrito es «de sumar» o «de restar»?

Varios contestaron que leyendo con cuidado, y eso es cierto, aunque no suficiente. El que dentro del texto de un problema escrito el alumno encuentre la palabra más, por ejemplo, no significa que el problema sea «de sumar». Es algo que abordo en mi novela Akhiré y los dos pilares, en la que Kiwó, una de las gemelas alumnas de Akhiré, les llama a los problemas escritos: problemas de pensar. Les comparto la escena en la que se explica lo que pasa con la palabra más:

Leer más »

Comparar… con cuidado

Esta es la entrada 184 de este blog. Compartiré una breve reflexión:

Para desarrollar el Pensamiento Lógico Matemático (ver más aquí, aquí y aquí) es muy importante hacer ejercicios de comparación y clasificación.

Pueden hacerse con objetos.

Pueden hacerse con personas.

Es una buena idea dejar libres a los alumnos para que decidan cómo clasificar o clasificarse… siempre teniendo mucho cuidado de que las clasificaciones no sean ofensivas. Sé que no necesito dar ejemplos de esto último… si lo piensan un poco se les pueden ocurrir varios.

Quizá haya grupos de alumnos en los que no haya riesgo de que la experiencia se salga de control hacia lo negativo. Pero si hemos identificado que nuestro grupo o alguno de sus elementos son proclives al conflicto, más que evitar la actividad, conviene cuidar que la actividad fluya en el sentido correcto y una al grupo en la emoción de ver que bajo ciertas clasificaciones se reúnen de cierta manera (el color de la ropa, zapatos con o sin agujetas) y bajo otras de una manera diferente (la comida favorita, el tipo de música preferida).

Todos tenemos nuestras peculiaridades y, por lo tanto, será difícil que dos personas queden en el mismo grupo todas las veces. Considero que ese es un aprendizaje que va más allá de las matemáticas.

¿Qué ideas para clasificar se les ocurren?

Hasta el siguiente miércoles.

Rebeca

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Empleemos los absurdos con cuidado

Esta es la entrada 178 de este blog. Aprovecharé para una breve reflexión sobre el absurdo en la didáctica.

Una estrategia útil para desarrollar el pensamiento lógico matemático (ver más aquí, aquí y aquí) es hacer preguntas o comentarios absurdos intencionados, del tipo:

P: Como son 19 personas, necesitamos tres mesas de 6 personas

E: ¡No, profe! ¡Una persona se quedaría sin lugar!

o

P: Traía cuatro galletas y regalé una, ahora tengo 5

E: ¡No, profe! ¡Sumó en vez de restar!

o

P: Estamos en el tercer piso y vamos a subir al segundo piso

E: ¡No, profe! ¡El segundo piso está abajo!

Es muy divertido si se hace de forma intencionada; logra que el alumno se concentre en escuchar todo lo que dice el profesor para encontrar aquellas frases «incoherentes» entre todo lo «coherente» que suele decir. Y la concentración es uno de los elementos más necesarios y escasos en los últimos tiempos, así que cualquier estrategia que ayude a fomentarla es muy útil.

Lo que no se vale es, por ejemplo, dibujar en el pizarrón un triángulo que se vea equilátero y ponerle tres medidas muy distintas a sus lados por descuido, sin una intención didáctica; o, peor aún, ponerle tres medidas que no correspondan a un triángulo que sí se pueda construir (recuerden que la suma de las longitudes de los dos lados menores debe ser mayor que la longitud del lado mayor para que se pueda construir, ver más aquí).

Lo absurdo con intención didáctica genera más conexiones cerebrales. Lo absurdo sin intención didáctica genera «desconexiones cerebrales» en el sentido de que, si lo hacemos con frecuencia, el alumno poco a poco dejará de preocuparse por que los ejercicios o problemas que le planteemos tengan sentido o se puedan construir, y se limitará a resolverlos mecánicamente, que es una triste manera de trabajar en la clase de matemáticas.

Seamos conscientes e intencionados en nuestro actuar.

Hasta el siguiente miércoles.

Rebeca

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Detectando coincidencias y patrones

Ésta es la entrada 163 de este blog. Termina en 3 y se publica el tercer día de la semana, que además es el día 3 del mes 3 del año 21 del siglo 21 (múltiplo de 3)

Eso da pie para recordar que buscar aquello que coincide, aquello que se repite, encontrar patrones, es una importante manera de «hacer matemáticas», y una de las más útiles. De hecho, las entradas de este blog que han tenido más vistas son las dedicadas a sucesiones, series y patrones (ver más aquí y aquí)

Para el hombre es vital, literalmente de vida o muerte, observar los patrones de funcionamiento de las cosas, para poder emplearlas a su favor y prevenir que pase algo en su contra.

Por ello conviene que fomentemos que nuestros hijos y alumnos detecten patrones, al principio sencillos y poco a poco más complejos, para que ejerciten el «músculo detector de patrones». Puede serles útiles, entre otras cosas, para memorizar, entendiendo en vez de repitiendo como «pericos».

Como ejemplo, acabo de enseñar a mis alumnos la regla de la derivación de potencias de x. Primero les mostré un listado de funciones derivadas ya determinadas y les pedí que observaran el patrón. De ahí dedujeron la regla de derivación. Creo que funcionó mejor que si lo hubiera hecho al revés, dándoles la regla y luego poniéndolos a practicar con ella (antes habíamos revisado la derivada como límite y su significado, no quiero que vayan a creer que enseño reglas sin sentido).

Si analizamos con cuidado, podremos ir detectando distintas oportunidades de plantear los aprendizajes con base en la detección de patrones, lo cuál tendrá el doble beneficio de una mejor comprensión del tema y de una mejor habilidad para futuras determinaciones de patrones.

Los criterios de divisibilidad entre dos, cinco y diez pueden enseñarse así, dando listados de números que sí y que no son divisibles entre ellos y pidiendo a los alumnos que detecten el patrón.

¿Qué otro ejemplo se les ocurre?

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

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