Esta es la entrada 299 de este blog, una más y llegamos a 300 semanas seguidas publicando (con unas cuantas pausas muy breves). Además es una linda entrada con dos nueves, número que me gusta más que los demás (ver por qué aquí).
La escribo en la semana en la que entregué los resultados de la evaluación diagnóstica del proyecto de capacitación docente en el que estoy trabajando.
Encontramos más o menos lo que esperábamos encontrar, el cambio en el diseño del diagnóstico fue positivo, aunque creo que puede pulirse un poco más. Pero lo que más me brincó fue que, en varios casos, dos grupos del mismo grado de la misma escuela llegaron a porcentajes de aciertos muy diferentes entre sí.
Sería necesario analizar qué otros factores pueden influir, pero considerando que en las escuelas con las que estamos trabajando los grupos no se mezclan de un año a otro, sino que permanecen con la misma configuración los seis ciclos escolares (con algunas bajas y altas hacia y desde fuera de la escuela), la causa más evidente de esa diferencia es:
¡La maestra y el maestro!
Estos resultados no me sorprenden, al contrario, reafirman lo que ya creía y me animan a seguir puliendo este proyecto de capacitación docente que, por lo pronto, consta de este blog y sus casi 300 entradas, un libro, Akhiré y los dos pilares, tres materiales didácticos (T3RCIA, IGUAL3S y 50&S3IS) y los talleres y acompañamientos que he estado dando desde 2012.
Capacitar mejor a maestros y maestras es la mejor estrategia si se busca una mejor educación para niños, niñas y adolescentes.
¡Hasta el siguiente miércoles!
Rebeca
PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay
