¿Qué opinas?

Esta es la entrada triple 309, 310 y 311 de este blog. Como comenté en la entrada 308, hice una pausa reflexiva estos días, en los que pararon las actividades regulares y tuvieron lugar muchas actividades propias del fin de año y, en mi caso, mucha, mucha lectura e investigación sobre los temas que me puedan ayudar para trabajar con poblaciones vulnerables.

Ayer en particular me di a la tarea de ver este video. En él entrevistan a Doug Lemov, quien escribió «Enseña como un campeón», libro que rescata y condensa prácticas docentes que han mostrado funcionar muy bien.

Quiero aprovechar esta entrada triple para compartirles brevemente tres ideas que me llamaron la atención de la entrevista:

Sobre la participación en clase:

Una de las dificultades que tenemos los docentes es conseguir la participación de todos los estudiantes. Doug ha visto que funciona que, en vez de hacer una pregunta con respuesta cerrada o compleja, preguntemos la opinión, sin esperar a que levanten la mano. Así la respuesta que nos den será válida (aunque no necesariamente correcta). De ahí yo propongo buscar entender el motivo de esa opinión y enderezar el camino si se necesita.

Al pedir la opinión le damos a entender al otro que sus palabras son importantes y es más probable que se anime a participar más adelante… que sus ganas de levantar la mano se concreten. Más manos levantadas puede significar más involucramiento en la clase y más aprendizaje.

Sobre que los estudiantes le dediquen tiempo a lo que les interesa:

Doug comenta que está bien fomentar que aprendan aquello que les interesa, si se busca además que se amplíe aquello que les interesa pero no han tenido oportunidad de conocer.

Me encantó esta propuesta, porque a mí me hacía un montón de ruido el concepto de «el niño va a ir decidiendo en qué trabajar». Sí y no… pues si nunca ha explorado ni tantito, por ejemplo, lo que es el sistema solar, ¿Cómo va a saber si le interesa?

Es responsabilidad de papás y docentes exponer a sus hijos y estudiantes a temas que nunca hayan explorado y que conviene que conozcan por cultura general y porque puede ser algo de lo que acaben enamorándose.

Sobre comprensión lectora:

Doug menciona que la comprensión lectora deficiente depende más de la falta de contexto y vocabulario que de la falta de capacidad de decodificar.

Es decir: es importante que enseñemos a decodificar letras, sílabas y palabras, pero sin un buen vocabulario y contexto no podemos esperar una buena comprensión lectora

Tenemos un gran reto con esto, sobre todo debido a que con la ubicuidad de la tecnología y los emojis el vocabulario es cada vez más escaso y se fomenta poco la memorización de significados (menos aún de ortografía).

Tres pequeñas ideas para tomar en cuenta al retomar las clases. La próxima semana les comparto otras tres.

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

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