Esta es la entrada 342 de este blog. 342 es múltiplo de 9, número que me gusta más que el resto (ver por qué aquí). Debe, por tanto, ser una entrada especial, como cada 9 entradas.
La escribo un día en que estoy tratando de diseñar un apoyo matemático para una población realmente vulnerable.
Se me ocurren muchas ideas, pero casi inmediatamente se me ocurre el por qué no van a funcionar.
Y yo me enterco y pienso en cómo solventar esos obstáculos, porque si mantenemos la vista fija en el objetivo, que es mejorar la relación de esos pequeñitos con las matemáticas, los obstáculos que vayan surgiendo se verán como simples desviaciones en el camino que se retoma en cuanto se superen.
Estamos aquí. Vamos para allá. Quizá demos algunos rodeos, subidas y bajadas, pero de que llegamos, llegamos:
Que si son niños inquietos que necesitan moverse, pues inventamos actividades matemáticas con movimiento.
Que si son niños que se aburren muy rápidamente con una actividad, pues inventamos actividades muy cortitas y matemáticamente ricas.
Que si son niños a los que les faltan muchas bases matemáticas, pues inventamos una evaluación diagnóstica para saber qué es lo que sí saben y a partir de ahí les enseñamos.
Que si son niños con pobre comprensión lectora, pues inventamos actividades de comprensión lectora matemática.
Que si queremos que se motiven sin competir encarnizadamente entre ellos, pues inventamos unas metas a las que puedan llegar todos cooperando.
Que si consideramos importante que sepan más matemáticas que las que aprenden en la escuela, pues inventamos actividades complementarias.
Que si el personal que los acompaña está saturado de trabajo, pues inventamos actividades que sean muy sencillas de aplicar.
Que si ese mismo personal necesita apoyo para aplicar eficientemente esas actividades, pues inventamos unas capacitaciones motivadoras y enriquecedoras para ellos.
Que si hay obstáculos que aún no se nos ocurre cómo rodear, pues nos reunimos con personas que puedan aportarnos ideas al respecto.
Vaya, qué bonita forma de cerrar este día y esta entrada del blog. Nueve obstáculos identificados y nueve posibles formas de rodearlos. A trabajar en ellas.
¡Hasta el siguiente miércoles!
Rebeca
PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay.
