De reversa

Esta es la entrada 372 de este blog. La dedicaré a una breve reflexión.

Estoy armando una tabla con un estimado de los logros esperados de un infante en sus primeros años de vida en varias áreas, dando un énfasis especial en lo relacionado con matemáticas.

Al ir llenando la información me di cuenta de algo: la mayoría de los logros los consigue el niño gracias al modelado y apoyo de sus cuidadores, no solo por cumplir años; y la mayoría de los logros en áreas no matemáticas es algo que los cuidadores modelan con mucha facilidad, frecuencia e intención: caminar, hablar, compartir, leer…

En cambio muchos de los logros posibles en el área de matemáticas no son modelados o apoyados con la misma facilidad, frecuencia e intención. Contar hacia adelante, por ejemplo, se modela más o menos según el tipo de papás, pero contar hacia atrás se modela muy poco (por mi experiencia preguntando a niños que si saben contar hacia atrás).

A veces para que ocurra algo se cuenta: 3, 2, 1, arrancan…

O en año nuevo o en un lanzamiento de algo se hace una cuenta regresiva del 10 al 0

Cuando era pequeña cantábamos la canción de los 10 perritos, que recuerdo que iba más o menos así:

Yo tenía diez perritos
Uno se cayó en la nieve
Nada más me quedan nueve, nueve, nueve, nueve, nueve

De los nueve que quedaban
Uno se fue comió un bizcocho
Nada más me quedan ocho, ocho, ocho, ocho, ocho

… y así, hasta que no quedan perritos.

Digamos que contar del 10 al 0 es algo que sí se presentan varias oportunidades de práctica, pero más allá de ese número lo más frecuente es que se practique solo contar hacia adelante, y no hacia atrás.

Y es un error, porque el contar hacia atrás tiene muchos beneficios: mejora el sentido numérico de la persona (al sentirse más cómodo moviéndose entre los números hacia adelante y hacia atrás), facilita la resta y, en general, fortalece la idea de que mucho de lo que pasa en matemáticas es de ida y vuelta, tan necesario para aprender a resolver ecuaciones más adelante.

Mi breve recomendación hoy es: practiquen con sus hijos y estudiantes a contar hacia atrás a partir de números más grandes que 10, en especial en los cambios de decena.

Es retador, es divertido y es muy útil.

Gracias, Pablo, por recordarme la canción.

Hasta el próximo miércoles.

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay.

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