Esta es la entrada 325 de este blog. La escribo en la semana en la que hubo un eclipse solar del 90% que pasó por mi ciudad este lunes. La vez anterior que había ocurrido algo así fue en 1991 y la siguiente será en 2052, así que fue algo muy relevante de experimentar. Me tocó vivir el anterior, pero realmente no sé si viviré para el siguiente, por lo que aproveché la oportunidad de ver este.
¿Cómo se sabía con tanta exactitud que ocurriría antier y que el punto más oscuro y frío sería a las 12:09 en Guadalajara, Jalisco?
Con matemáticas.
No soy partidaria de la frase «las matemáticas están en todas partes», porque siento que abruma más que tranquilizar (puede pensarse: «si están en todas partes y no les entiendo, ¿qué me espera?»)
Pero sí soy partidaria de agradecer que haya personas que le dediquen tiempo a aprovechar las matemáticas para hacer cálculos que nos permitan prepararnos, conseguir unos lentes apropiados, reservar tiempo en la agenda y… disfrutar una coincidencia de cuerpos celestes que ocurre con muy poca frecuencia.
Confío en que poco a poco vayamos encontrando buenas estrategias para mejorar la relación de nuestros hijos y alumnos con las matemáticas, para que cada vez haya más personas buscando formas de aprovecharlas para beneficio de los demás.
Antes de cerrar les comparto un video sobre el tema, de la página de Curiosamente.
¡Hasta el siguiente miércoles!
Rebeca
PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay
