Listo, después de aprender sobre el tema la semana anterior, nos hemos vuelto hábiles con las reglas de tres directas e inversas. Ahora nos proponen un problema que parece como de regla de tres, pero no tiene tres, sino ¡cinco! datos. ¿Qué hacemos?
En la entrada anterior (ver aquí) vimos cómo distinguir si un problema se resuelve por regla de tres, cómo diferenciar una regla de tres directa de una inversa, cómo resolver ambas y qué cuidados tener. En esta entrada veremos la continuación del tema y aprenderemos a plantear y resolver problemas de regla de tres compuesta, con cinco, siete y, ¿por qué no?, nueve datos conocidos y uno por averiguar. Leer más »

Estamos ante un problema escrito y descubrimos que contamos con tres datos numéricos y un cuarto dato desconocido, que es lo que nos preguntan. ¿Eso por si sólo convierte al problema en uno de regla de tres? No necesariamente, los problemas que pueden resolverse con una regla de tres tienen características especiales. Además, hay de diferentes tipos y cada uno tiene su propia forma de resolverse.