¿Cuál es nuestro interés principal cuando diseñamos una actividad matemática? ¿Practicar el tema del día? ¿Cubrir el contenido del programa? ¿Preparar a los alumnos para un examen?
¿Qué pasaría si le diéramos un propósito más ambicioso a las actividades que realizan nuestros alumnos en clase?
Una intención que las haga más eficientes…
Había escrito previamente una entrada sobre cómo hacer preguntas con intención didáctica clara, que va en este mismo sentido (ver aquí). Revisaremos en esta entrada más ideas que pueden ayudarnos a crear actividades con una intención didáctica más amplia, que permitan aprovechar mejor el tiempo que los alumnos emplean en realizarlas. Leer más »

Listo, después de aprender sobre el tema la semana anterior, nos hemos vuelto hábiles con las reglas de tres directas e inversas. Ahora nos proponen un problema que parece como de regla de tres, pero no tiene tres, sino ¡cinco! datos. ¿Qué hacemos?
Estamos ante un problema escrito y descubrimos que contamos con tres datos numéricos y un cuarto dato desconocido, que es lo que nos preguntan. ¿Eso por si sólo convierte al problema en uno de regla de tres? No necesariamente, los problemas que pueden resolverse con una regla de tres tienen características especiales. Además, hay de diferentes tipos y cada uno tiene su propia forma de resolverse.
Estoy 100% segura de que hay mucho que se puede decir sobre los porcentajes. ¿Qué significan? ¿Para qué se usan? ¿Cómo se calculan? ¿Qué cuidados debemos tener con ellos?, entre otras.