Esta es la entrada 316 de este blog. 316 es un número par y me recordó algo que observé ayer en mi trabajo con estudiantes individuales:
Por alguna razón el concepto de «par» y «non» (o «impar») no se está aprendiendo lo suficientemente pronto y con profundidad. Los estudiantes con los que trabajo están en cuarto, quinto y sexto de primaria y prácticamente ninguno identifica el concepto ni puede distinguir fácilmente un número par de un número non.
Al practicar las tablas de multiplicar con ellos, quería que vieran el patrón de que multiplicar 5 por un número par siempre da un número terminado en cero (ver lo que he escrito sobre las tablas de multiplicar aquí y aquí).
Solo que me atoré porque no sabían lo que era un número par, menos aún cuáles de los que tenían delante eran pares.
En eso recordé la canción que encabeza esta entrada y que es un «juego de patio»… supongo que ahora se usa poco o nada. Según recuerdo, armábamos un círculo tomándonos de las manos y nos movíamos cantando:
A pares y nones vamos a jugar
El que quede solo, ese perderá…
En algún momento la canción se detenía y todos buscábamos nuestro «par». El que se quedaba solo… perdía.
No recuerdo mucho más, solo que el juego requería un número impar de niños, obviamente y probablemente no se salía el que perdía, porque eso implicaría que quedara un número par de niños y ya no se podía jugar.
Aquí lo importante es recordar buscar formas de que ciertos conceptos matemáticos, como este de pares y nones, queden desde muy pronto comprendidos y… memorizados… para que puedan ser usados como base de otros aprendizajes.
En mi caso, ya vi que necesito revisar que los niños con los que trabajo entiendan qué es un número par y cómo distinguirlo antes de poder mostrarles los lindos patrones que tiene la tabla de multiplicar si los tomamos en cuenta. Manos a la obra.
¡Hasta el siguiente miércoles!
Rebeca
PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay
