Esta es la entrada 224 de este blog. Se publica en la semana que aplico el tercer examen parcial a mis alumnos, semana en la que he estado reflexionando sobre la pregunta que encabeza el título: ¿Qué motiva a los Centennials postpandémicos?
Hace unos cuatro años, cuando los Centennials comenzaron a llegar a las aulas donde yo daba clases, me di a la tarea de investigar y redacté una entrada llamada
De entonces para acá he pedido a los estudiantes de cada nuevo grupo que me toca atender que revisen ese texto y me digan en qué se sienten identificados y en qué no.
Las respuestas son muy variadas y eso está bien, porque no todos los Centennials tienen todas las características de su generación, ni en el mismo grado, así que trato, en la medida de lo posible, de atender a cada grupo según su perfil, o, más bien, a cada alumno según lo que me expresó que le resulta motivador.
Sin embargo, una cosa es lo que me expresan con sus palabras y otra lo que transmiten con sus acciones. Creo que, como papás y docentes, nos falta dar una nueva revisada a las características de la generación, dada la pandemia que les tocó vivir, que sacudió y modificó mucho de lo que los caracterizaba. Siento que la pandemia hizo que evolucionara aquello que los motivaba, aunque no alcanzo a captar bien cómo. ¿Lo han notado ustedes? ¿Qué perciben?
Me da la impresión de que se incrementó el enfoque en la inmediatez, quizá derivado de que la pandemia les hizo ser más conscientes de que hoy están aquí, pero mañana quién sabe. Hacen lo que les reditúa en el muy corto plazo. A la vez, la forma en la que asumen las consecuencias de sus actos se modificó, quizá debido a los cambios drásticos de la dinámica académica de presencial a distancia, a híbrido, a presencial. Muchos perdieron habilidades que tardarán en recuperar y no estoy segura de que los «adultos responsables de ellos» estemos haciendo lo correcto para ayudarlos. Necesitamos encontrar un punto medio entre ser tolerantes con su falta de habilidad para atender, estudiar, comprender… y ser exigentes para que recuperen dichas habilidades.
Se dice que la autoridad se gana, no se impone, y con los centennials esto ha sido muy evidente desde que irrumpieron en este mundo. Por experiencia, intentar forzarlos a algo «por que lo mando yo» es una pérdida de tiempo.
De hecho, la semana pasada tuve dos extraños momentos en los que le pedí a dos alumnos distintos, excelentes personas ambos, que dejaran lo que estaban haciendo y atendieran mi explicación. Ambos me escucharon, regresaron a terminar rápidamente de contarle al compañero de al lado lo que estaban platicando y después ya me pusieron atención.
En vez de ofenderme y regañarlos por su «falta de respeto», porque realmente no lo sentí como una afrenta sino como una necesidad que ellos tenían de no dejar a medias lo que estaban haciendo, pasó algo extraño: la segunda vez tuve un momento ¡ahá! al recordar un texto de Malcolm Gladwell en su libro «Fueras de serie», relacionado con un análisis de los accidentes aéreos basado en la nacionalidad (e idiosincracia) de los pilotos. Lo que recuerdo de cuando lo leí es que la Distancia al Poder, que en el caso relatado en el libro era qué tanto se animaban los copilotos a contradecir al piloto, había tenido mucha relevancia en evitar accidentes (cuando el copiloto se sentía más cercano al poder y se atrevía a poner en duda las decisiones del piloto) o en que ocurrieran (cuando el copiloto se sentía muy lejano al poder y no se atrevía a contradecir las decisiones del piloto, que acababan en accidentes mortales). Estadísticamente los países latinos tienen una distancia al poder mayor y se daban más este tipo de accidentes, hasta que se descubrió ese patrón y se entrenó a los copilotos a ser más asertivos en su comunicación y dejar de tener ese peligroso respeto por sus superiores.
(Estadísticas, patrones… ¡eso es matemáticas!)
¿Quién nos dice que nosotros estamos bien y los centennials mal? Una distancia al poder corta, como la que mostraron mis alumnos con su actitud, y una apertura al diálogo de parte de los «adultos responsables de acabarnos al planeta y demás cosas no tan agradables que están pasando» con la generación que pudiera revertir todo ello, puede ser lo que necesitamos en estos días.
¿Qué opinan?
Hasta el próximo miércoles.
Rebeca
PD1: Aún no he logrado insertar en esta sección un botón que permita seguir el blog… lamento la molestia que implica ir a la página principal para hacerlo.
PD2: Quiero agradecer a estas páginas en las que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay y webresizer (aunque parece que esta última ya no está funcionando)
[…] Considero que la respuesta a esas preguntas varía con cada materia, cada tema, las circunstancias de cada grupo y de cada persona. Por eso escribí la semana pasada la reflexión sobre la motivación de los centennials postpandémicos (ver aquí). […]
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