Agridulce

Ésta es la entrada 149 de este blog. La escribo un día después de la última clase con mis alumnos de este semestre, a quienes conocí a principios de agosto. Ya sólo queda la evaluación final.

Pensando en qué escribir hoy, me di cuenta de que cerrar la última sesión del ciclo fue un momento agridulce.

Me alegra ya poder descansar de la tensión que es la enseñanza virtual.

Pero ya empecé a extrañarlos. Me entristece saber que no los volveré a tener como grupo. Ambos fueron muy buenos grupos. ¡Gracias por todo, chavos! Creo que, a pesar de todo, logramos conectar.

Es bueno que así sean las cosas, sería terrible que fueran agrias todo el tiempo, pero serían demasiado monótonas si fueran dulces todo el tiempo.

Busquemos que así también sean nuestras clases: gran esfuerzo una parte del tiempo, un poco más relajados otra parte, diversión otra…

Como esas golosinas que encabezan esta entrada.

Como la vida, que es un salón de clases gigantesco.

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

PD1: Aún no he logrado insertar en esta sección un botón que permita seguir el blog… lamento la molestia que implica ir a la página principal para hacerlo.

PD2: Quiero agradecer a estas páginas en las que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay y webresizer

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.