Esta es la entrada 241 de este blog. La escribo el día en que realicé un diagnóstico a unos estudiantes recién llegados al nuevo ciclo escolar.
Hubo un reactivo para quinto de primaria en el que se pidió sumar un quinto más dos quintos y una profesora me dijo: «no la pueden contestar porque solo han visto medios, cuartos y octavos».
Una parte de mí entendió la situación: estaba enfrentando a esos pequeñitos a un planteamiento desconocido para ellos.
Y otra parte de mí se entristeció por la situación: no les estaba pidiendo usar un procedimiento nuevo (mínimo común denominador), solo les estaba pidiendo sumar dos fracciones con el mismo denominador, aunque con un denominador diferente a los que habían visto. Para mí sumar un quinto más dos quintos debería ser un reto alcanzable para alguien que ya sumó antes un octavo más tres octavos.
Quizá «en mis tiempos» era un reto alcanzable, pero ahora ya no lo es tanto.
Lo sé… la pandemia.
Ojalá pronto podamos revertir su efecto y lograr que nuestros hijos y alumnos logren el nivel de desempeño que se tendría a su edad antes de la pandemia y también logren extrapolar o aplicar sus conocimientos en contextos ligeramente distintos: que si saben sumar octavos, también sepan sumar quintos.
A trabajar en ello.
Hasta el próximo miércoles.
Rebeca
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