Matemáticas coloridas

Esta es la entrada 278 de este blog. Hoy me sentía particularmente poco inspirada para encontrar una idea para compartir una pequeña reflexión, hasta que recordé que en estos días he estado leyendo algunas de las cartas que Van Gogh le escribió a su hermano Théo y en ellas habla mucho, pero mucho sobre cómo combinar colores para lograr los efectos que desea.

Y me vino a la mente que los colores se «aprenden» en la materia de Matemáticas, principalmente porque identificar y diferenciar los colores nos permite clasificar, que es una habilidad básica del pensamiento lógico matemático, uno de los dos pilares de una buena relación con las matemáticas (ver más sobre pensamiento lógico matemático aquí).

Al pintar, con óleo, acuarelas o similares, los colores básicos son amarillo, azul y rojo.

Luego tenemos los colores que salen de las combinaciones dos a dos de los anteriores:

-con amarillo y azul obtenemos verde, que contrasta de manera interesante con el rojo (como en los adornos Navideños)

-con amarillo y rojo obtenemos naranja, que contrasta de manera interesante con el azul (como en el logotipo de Impulso Matemático)

-y con azul y rojo obtenemos morado, que contrasta de manera interesante con el amarillo (he visto esa combinación en algunos uniformes deportivos).

¿Y qué pasa si se nos ocurre combinar los tres? Pues depende de las cantidades pero puede ser entre gris y café, «colores» que pueden considerarse menos interesantes.

La conclusión de esta breve entrada es que también con los colores podemos practicar matemáticas, ya sea clasificación, combinación o… aritmética, si se usan las regletas de Cuisenaire.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay