Nos vemos en la FIL Guadalajara

Esta es la entrada doble 357 y 358 de este blog. La semana pasada no me di tiempo para escribir, así que hoy le doy doble número para que se mantenga con la cantidad de semanas que lleva esta aventura al aire.

Escribo esto a tres días de que empiece la FIL (Feria Internacional del Libro) en Guadalajara, Jalisco, mi ciudad de residencia.

Este año será muy especial, pues es el primer año en que tendré oportunidad de estar «del otro lado del micrófono» en un conversatorio al que titulamos:

«Didáctica de las matemáticas básicas, cimiento para un futuro académico prometedor»

En el que platicaré con Marilú Ochoa sobre mi proyecto en conjunto:

El libro: Akhiré y los dos pilares

Los juegos: T3RCIA, IGUAL3S y 50&S3IS

El acompañamiento docente/parental que hago.

La FIL tiene un lugar muy importante en mi corazón y mi proyecto, si alguno de los suscriptores de este blog está el domingo 8 de diciembre a las 17:00 hrs por ahí, los espero en el stand C19. Será una conversación breve, 40 minutos en total.

Sus pies cansados de recorrer la feria y aquellos a los que les pueda servir que compartan lo que ahí conversaremos se los agradecerán.

Gracias, Universidad Panamericana por el espacio.

Hasta el siguiente miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay.

¿Y de aquí qué sigue?

Esta es la entrada 351 de este blog. ¡351 es un múltiplo de 9! Además, se escribe en un «día 9» (09/10/2024 -> 0+9+1+0+2+0+2+4 = 18 -> 1 + 8 = 9. Y el 9 es el número que me gusta por encima de los demás (ver por qué aquí). Dentro de 52 miércoles volverá a ser día 9: 08/10/2025, pero la entrada no será múltiplo de 9. Esta combinación pasa poco.

Toca escribir sobre alguna reflexión más especial.

¿El blog sigue? Por lo pronto, sí. Esta dinámica de reflexionar y compartir con ustedes mis aventuras en el mundo del acompañamiento del aprendizaje de las matemáticas me ayuda mucho a enfocarme. ¡Gracias! Se agradecen mucho también los comentarios que recibo.

¿El proyecto actual en el albergue sigue? Por lo pronto, sí. Es como ir en medio del campo, un poco a ciegas, encontrando pistas para explorar, como la escalera en medio de la nada que encabeza esta entrada.

Ayuda mucho enfocarlo así, como una aventura en la que, mientras no llegue a un callejón sin salida, siempre se podrá intentar algo más.

Llegué proponiendo jugar los juegos que diseñé para desarrollar los dos pilares de una buena relación con las matemáticas (ver más sobre los pilares aquí, sobre la novela que escribí al respecto acá y sobre los juegos acá)

Me contrapropusieron diseñar un perfil matemático para los pequeños del albergue (qué sería bueno que supieran según su edad y grado académico), una manera de evaluarlo y una manera de desarrollarlo.

Así nomás…

Y acepté.

El perfil matemático ya casi está, mezclando lo que les piden en la escuela con lo que en mi experiencia considero importante. Queda pulirlo un poco para que se vea homogéneo y sea más fácil de comprender.

La manera de evaluar ya casi queda, con base en el perfil anterior y trabajando los datos que nos arroje para que se conviertan en información útil que sirva de base para diseñar actividades individuales y grupales. Sobre esto he estado reflexionando las semanas pasadas (ver la entrada anterior aquí). Queda generar una rúbrica para que alguien que no sea yo pueda calificar con base en el tipo de error/acierto, buscando patrones interesantes. Por lo pronto está en mi cabeza y eso no se debe quedar ahí.

Sigue el diseño de actividades. Para los dos pilares los juegos que mencioné van a ser la base. Ahora necesitamos crear actividades interesantes para temas que han brincado (sin sorprendernos demasiado): Sistema Numérico Decimal, algoritmos de las operaciones básicas, fracciones…

Siendo sincera, sí ha habido algunas sorpresas: veo menos de lo que esperaba el «método mariposa» para sumas y restas de fracciones. Sin embargo, de tres operaciones de suma y resta con fracciones con estructura similar, pero con distinto objetivo evaluativo, que aparecen «una tras otra», veo hasta tres estructuras de pensamiento distinto para hacer el cálculo, a veces ninguno correcto. Va a ser un reto que desaprendan y reaprendan lo que está realmente mal. Me basaré en lo que escribí en los inicios del blog sobre el tema (ver más aquí, aquí y aquí).

¿Qué sigue entonces? Seguir y, cuando el paquete abrume, tener muy presentes los ojitos alegres de esos pequeños cuando entienden algo nuevo.

Hasta el siguiente miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay.

Rodeando obstáculos

Esta es la entrada 342 de este blog. 342 es múltiplo de 9, número que me gusta más que el resto (ver por qué aquí). Debe, por tanto, ser una entrada especial, como cada 9 entradas.

La escribo un día en que estoy tratando de diseñar un apoyo matemático para una población realmente vulnerable.

Se me ocurren muchas ideas, pero casi inmediatamente se me ocurre el por qué no van a funcionar.

Y yo me enterco y pienso en cómo solventar esos obstáculos, porque si mantenemos la vista fija en el objetivo, que es mejorar la relación de esos pequeñitos con las matemáticas, los obstáculos que vayan surgiendo se verán como simples desviaciones en el camino que se retoma en cuanto se superen.

Estamos aquí. Vamos para allá. Quizá demos algunos rodeos, subidas y bajadas, pero de que llegamos, llegamos:

Que si son niños inquietos que necesitan moverse, pues inventamos actividades matemáticas con movimiento.

Que si son niños que se aburren muy rápidamente con una actividad, pues inventamos actividades muy cortitas y matemáticamente ricas.

Que si son niños a los que les faltan muchas bases matemáticas, pues inventamos una evaluación diagnóstica para saber qué es lo que sí saben y a partir de ahí les enseñamos.

Que si son niños con pobre comprensión lectora, pues inventamos actividades de comprensión lectora matemática.

Que si queremos que se motiven sin competir encarnizadamente entre ellos, pues inventamos unas metas a las que puedan llegar todos cooperando.

Que si consideramos importante que sepan más matemáticas que las que aprenden en la escuela, pues inventamos actividades complementarias.

Que si el personal que los acompaña está saturado de trabajo, pues inventamos actividades que sean muy sencillas de aplicar.

Que si ese mismo personal necesita apoyo para aplicar eficientemente esas actividades, pues inventamos unas capacitaciones motivadoras y enriquecedoras para ellos.

Que si hay obstáculos que aún no se nos ocurre cómo rodear, pues nos reunimos con personas que puedan aportarnos ideas al respecto.

Vaya, qué bonita forma de cerrar este día y esta entrada del blog. Nueve obstáculos identificados y nueve posibles formas de rodearlos. A trabajar en ellas.

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay.

A lo que sigue

Esta es la entrada 337 de este blog. 337 es un número primo, lo cual ya la vuelve especial. Lo es aún más porque la publico en una fecha 9, pues si sumamos sus dígitos hasta llegar a uno solo, llegamos a 9: 3 + 7 + 2 + 0 + 2 + 4 = 18 -> 1 + 8 = 9. Y el 9 es el número que más me gusta (ver por qué aquí).

Escogí para ilustrarla un dado que cayó en 3 porque hoy es día 3, porque 3 es, de alguna manera, el «hermanito menor» del 9 (es su raíz cuadrada) y porque tengo al menos tres proyectos en los que quiero trabajar ahora que cerré el que estaba llevando:

  • Apoyar albergues en el área de educación matemática, empezando por el Albergue Los Pinos, como platiqué la semana pasada.
  • Diseñar un juego nuevo que trabaje los dos pilares en paralelo.

Más lo que se acumule que abone a lo anterior en particular o a mi objetivo de mejorar la relación de las personas con las matemáticas en general.

Mi pequeña reflexión de hoy es que tener claro hacia dónde vamos nos permite que, si algo no sale del todo como esperábamos, demos vuelta a esa página agradeciendo el aprendizaje que seguramente tuvimos y nos concentremos en la siguiente página que nos acerque hacia donde vamos.

Eso aplica en pequeñito, en la resolución de problemas matemáticos escolares, y puede aplicar también en grande, en nuestra vida como un todo.

Por tanto, el primer paso en la resolución un problema matemático es identificar qué queremos lograr y luego de dar los primeros pasos analizar si nos estamos acercando. Si no… vuelta a la página y a lo que sigue: intentarlo de otra manera.

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay.

Día de encontrar tesoros

Esta es la entrada 335 de este blog. La escribo el día que fui a una feria remate de libros en mi ciudad, Guadalajara, en México.

En la edición del año pasado no encontré nada de matemáticas que me resultara útil, así que iba más por no no dejar de ir que porque tuviera muchas esperanzas de encontrar algo interesante.

¡Y vaya que lo encontré!

Extrañamente una tercera parte de la feria tenía libros usados, cuando se suponía que todos serían libros nuevos a precios de remate. Ahí encontré un libro antiguo y simpático sobre la historia de las matemáticas para agregar a mi colección.

En mesas de libros de «todo por 30 pesos» me encontré varios libros de educación cuyos temas me interesan. Con una idea valiosa que salga de ellos ya valieron lo que pagué.

Luego me topé con un libro de matemáticas con ventanitas. A los niños pequeños les encantan los libros de ventanitas (confieso que a mí también), esas que se levantan para descubrir la respuesta a una pregunta o alguna otra información o imagen escondida. Son muy escasos los que tienen temática de matemáticas y yo ya tengo dos :).

Y luego me encontré una colección de ocho libros de temas matemáticos con contexto: Dinosaurios y medidas, Piratas y fracciones, Cuentos de hadas y tablas de multiplicar… Siempre es bueno tener a la mano ideas creativas para abordar temas que pueden ser complejos de asimilar para nuestros hijos y alumnos.

Mi conclusión es: aprovechemos las oportunidades de explorar los lugares donde podamos encontrar tesoros literarios que nos apoyen en nuestra labor docente. Nunca se sabe qué nos podamos topar.

(Y, por favor, si van a comprar ediciones extremadamente económicas -se nota en el papel y en la calidad de impresión-, revisen que tengan congruencia matemática, porque me encontré un libro para practicar divisiones que tenía unos planteamientos y unos ejemplos para llorar)

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

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Día mundial del libro

Esta es la entrada 327 de este blog. La escribo en un «día nueve», 24 / 04 / 2024. Lo llamo así porque la suma de todos los dígitos, reducida hasta quedar en uno solo, es 9: 2 + 4 + 0 + 4 + 2 + 0 + 2 + 4 = 18 -> 1 + 8 = 9. Y 9 es un número que me gusta por encima de todos los demás (ver por qué aquí).

Además, la escribo un día después de la celebración mundial del libro el 23 de abril, así que aprovecharé para recordar que en el primer año del blog escribí una entrada (ver aquí) mencionando 45 libros relacionados con matemáticas que tenía en ese momento. Era justo la entrada 45, una «entrada nueve» (4+5=9), así que todo está muy relacionado, como nos gusta a los que nos gustan los números.

Gracias a esa entrada me contactó Kike desde Perú, pues le interesaba agregar uno de mis libros a su colección. De entonces para acá han fluido dos paquetes de libros de Guadalajara, México a Lima, Perú y uno de allá para acá. Y también ha habido muchísimo diálogo matemático, tanto de didáctica como de curiosidades y recomendaciones de más libros que vamos encontrando.

Uno de los mejores regalos que este blog ha traído a mi vida ha sido la amistad de Kike, con quien puedo hablar de matemáticas como con nadie más. ¡Gracias por eso hasta Perú!

Kike fue uno de los principales lectores-revisores de mi novela de didáctica de las matemáticas básicas Akhiré y los dos pilares (disponible aquí)

282 semanas después hay muchos, muchos más de 45 libros de matemáticas en mis libreros, que me han servido para escribir este blog, esa novela y las que siguen, diseñar los talleres que doy… Lo que uno encuentra en internet es útil, pero un libro siempre será un libro.

¡Feliz día del libro (matemático y no matemático) para todos! (aunque sea con un día de atraso)

(El próximo año caerá en miércoles el día del libro, así que festejaremos con todavía más ganas… esto de que las fechas cambien de día de la semana cada año tiene sus ventajas, pueden ver lo que escribí sobre las matemáticas del calendario aquí).

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

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Eclipse y matemáticas

Esta es la entrada 325 de este blog. La escribo en la semana en la que hubo un eclipse solar del 90% que pasó por mi ciudad este lunes. La vez anterior que había ocurrido algo así fue en 1991 y la siguiente será en 2052, así que fue algo muy relevante de experimentar. Me tocó vivir el anterior, pero realmente no sé si viviré para el siguiente, por lo que aproveché la oportunidad de ver este.

¿Cómo se sabía con tanta exactitud que ocurriría antier y que el punto más oscuro y frío sería a las 12:09 en Guadalajara, Jalisco?

Con matemáticas.

No soy partidaria de la frase «las matemáticas están en todas partes», porque siento que abruma más que tranquilizar (puede pensarse: «si están en todas partes y no les entiendo, ¿qué me espera?»)

Pero sí soy partidaria de agradecer que haya personas que le dediquen tiempo a aprovechar las matemáticas para hacer cálculos que nos permitan prepararnos, conseguir unos lentes apropiados, reservar tiempo en la agenda y… disfrutar una coincidencia de cuerpos celestes que ocurre con muy poca frecuencia.

Confío en que poco a poco vayamos encontrando buenas estrategias para mejorar la relación de nuestros hijos y alumnos con las matemáticas, para que cada vez haya más personas buscando formas de aprovecharlas para beneficio de los demás.

Antes de cerrar les comparto un video sobre el tema, de la página de Curiosamente.

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

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¿Hay alguien ahí?

Esta es la entrada 323 de este blog. Se publica el miércoles de la Semana Santa (Semana Mayor, Semana de Primavera, Semana noséqué según el país), en la que muy pocos piensan en temas escolares.

Esta situación me hizo recordar la pregunta:

¿Si un árbol se cae en medio del bosque y no hay nadie para oírlo, de cualquier manera hace ruido?

Afortunadamente este blog no es como ese árbol a quien nadie escuchó, ni como los programas de televisión de cuando yo era pequeña, que no se podían grabar y si no se veían cuando se transmitían, se perdían para siempre.

Aquí puedo publicar hoy, sabiendo que probablemente no habrá nadie del otro lado para leerlo hoy mismo, pero la reflexión se quedará ahí para ser leída en un futuro.

De cualquier manera yo tampoco tengo muchas neuronas con ganas de pensar en algo escolar; el único par disponible que encontré quieren compartir esto:

Sigamos nuestra labor docente aunque parezca que no se está recibiendo el mensaje del otro lado hoy mismo.

Que por nosotros no quede hacer nuestro mejor esfuerzo.

Seamos ese maestro que alguno de nuestros alumnos anotará en un futuro como aquel que le hizo salir adelante.

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

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Festejando a Pi con algo redondo

Esta es la entrada 322 de este blog. El jueves pasado celebré el Día de Pi y de las Matemáticas en una escuela a la que estoy yendo a apoyar.

Le llevé un Mazapán (golosina mexicana de cacahuate) a cada niño, porque es un objeto redondo y todo lo redondo tiene una estrecha relación con Pi. Platicamos un poquito sobre la razón de la elección de la fecha y demás datos curiosos.

También jugué con tres de los grupos, primero con niños que apenas están empezando a conocer los números y a hacer operaciones muy sencillas con ellos y luego con niños un poco más aventajados.

La emoción y las ganas de tener la carta correcta era palpable. De que jugar los emociona, no tengo ninguna duda. Un buen equilibrio de control de grupo y permiso para expresarse y crear es suficiente.

La segunda parte, la de darle la intención didáctica a la actividad, es en la que me voy a estar enfocando con todavía más ahínco en las siguientes visitas, para que los docentes de esos pequeñitos vayan viendo cómo sacarles el mayor provecho a los juegos.

Porque practicar a sumar sumando 2+2=4 siempre, solo nos llevará a que sepan que 2+2=4 con los ojos cerrados, pero no significa que lograrán mucha habilidad sumando como tal. Practicar por practicar no es suficiente.

Se necesita ir aumentando el grado de dificultad con suficiente frecuencia como para ir estirando, por decirlo de alguna manera, lo que los niños van siendo capaces de hacer.

Como mucho de lo que comento en este blog, es más fácil decirlo que hacerlo. Ser conscientes de que se necesita es un buen primer paso. Ya les iré contando cómo lo voy logrando.

¡Hasta el siguiente miércoles!

Rebeca

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