Cuenta regresiva…

Esta es la entrada 193 de este blog. Así como al timer de la imagen le quedan ocho minutos para que suene la alarma, a mí me quedan poco menos de ocho semanas para «presentar en sociedad» la novela que he estado escribiendo desde hace tres años, y que busca envolver parte de los aprendizajes que he compartido en este blog dentro de una historia que los vuelva relevantes.

Queda mucho por hacer antes de ese día, en el que me gustaría que ustedes me acompañaran a través de la página de Facebook de Impulso Matemático (ver aquí).

Aparten la fecha, por favor:

Sábado 20 / 11 / 2021, 6:30 PM hora de la Ciudad de México (justo la semana que Impulso Matemático cumple 200 semanas al aire, aunque la elección de la fecha se debe más bien a que es una «fecha nueve»: 2 + 0 + 1 + 1 + 2 + 0 + 2 + 1= 9, 6 + 3 + 0 = 9. Los que llevan tiempo por aquí saben que ese número me gusta más que todos los demás (ver por qué aquí).

Les iré compartiendo detalles por este medio, junto con las reflexiones que sigo haciendo de mi quehacer como docente de matemáticas.

También irán viendo algunos cambios en la imagen de esta página, la de Facebook y la de Twitter. Por lo pronto no pienso abrir cuenta de Instagram o de otras plataformas, pero no digo «de esta agua no beberé».

Lo que sí pondré a funcionar probablemente será un canal de Youtube para transmitir el evento y que lo puedan ver quienes no tengan cuenta de Facebook.

Mucho por hacer, pero estoy muy emocionada. Ya planté un árbol, ya tuve tres hijos… ahora toca lo del libro.

(Pero antes, es miércoles de calificar exámenes… a seguir con eso)

Hasta el siguiente miércoles.

Rebeca

PD1: Aún no he logrado insertar en esta sección un botón que permita seguir el blog… lamento la molestia que implica ir a la página principal para hacerlo.

PD2: Quiero agradecer a estas páginas en las que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay y webresizer

La práctica hace al maestro

Esta es la entrada 192 de este blog. Quiero aprovecharla para compartir una breve reflexión sobre una dinámica que he estado realizando con mis alumnos.

Frecuentemente los pongo a reflexionar sobre cuál es la mejor manera de aprender tal o cual cosa y suelen contestar con algo que he empezado a sospechar que es más una frase hecha que algo que realmente crean:

«Puedo aprender esto practicando mucho»

Hasta ahí todo bien.

Luego llega el momento de dejarles la tarea para que practiquen y… no quieren que sea mucha y algunos ni siquiera se esfuerzan por hacerla.

¿Entonces?

Personalmente sí creo que la práctica hace al maestro, pero es muy, muy importante que sea una práctica intencionada y que nos lleve en el camino correcto.

El hacer por hacer no sirve de mucho.

El hacer por mejorar, sí.

No quiero poner una conclusión mía aquí porque siento que este tema tiene muchas aristas. Solo les compartiré una entrada previa relacionada con hacer para mejorar haciendo un buen uso del tiempo: Aprendizaje eficiente: algunas ideas para lograrlo (ver aquí).

¿Qué les dicen a ustedes sus alumnos sobre cómo pueden aprender mejor algo?

Hasta el siguiente miércoles.

Rebeca

PD1: Aún no he logrado insertar en esta sección un botón que permita seguir el blog… lamento la molestia que implica ir a la página principal para hacerlo.

PD2: Quiero agradecer a estas páginas en las que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay y webresizer

¿De qué color es…?

Esta es la entrada 191 de este blog. 191 es un lindo número primo capicúa (ver más sobre números capicúa aquí y sobre números primos aquí)

La aprovecharé para compartir una breve reflexión: en mis 20 años siendo docente nunca había sido consciente de tener un alumno que no pudiera distinguir los colores… hasta el jueves pasado.

Mientras yo mencionaba algo escrito en verde sobre un fondo blanco, un alumno me preguntó que si había algo ahí donde estaba señalando.

Sí había, una fórmula escrita en un verde relativamente claro.

Él no la veía.

Y no me había dicho nada en las seis semanas que llevábamos de clases, así que no sé cuántas otras cosas tampoco vio en su momento.

He sentido algo de desasosiego desde entonces, porque muchas de mis estrategias didácticas están basadas en darle diferentes colores a las gráficas de funciones, a los elementos algebraicos, a los ejemplos y contraejemplos.

Para él todo es lo mismo… cuando lo alcanza a distinguir.

Me declaro desconocedora del mundo de los daltónicos… y con la firme intención de aprender poco a poco a apoyar a mi alumno. En las gráficas puedo intentar diferentes grosores de línea (y colores que él sí «vea»). En las estructuras algebraicas… todavía estoy en proceso de pensar qué hacer.

Creé la imagen que encabeza esta entrada para darme un poco de idea de lo que vive él, aunque sé que no es exactamente así…

¿Ustedes han tenido alumnos daltónicos alguna vez? Les agradeceré que me comenten cómo le hicieron para ayudarlos.

Hasta el siguiente miércoles.

Rebeca

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Nacimos para hacer una diferencia

Esta es la entrada 190 de este blog. Después de un breve retraso, el sábado pasado entregué el archivo con el texto de la novela que estoy escribiendo para que entrara a diseño editorial. No fue precisamente adrede el tardarme, pero al final fue numéricamente lindo, pues:

Fecha de entrega: 04/09/2021 -> 4+9+2+2+1 = 18 -> 1+8 = 9
Páginas del archivo: 279 -> 2 + 7 + 9 = 18 -> 1 + 8 = 9
Palabras: 76842 -> 7 + 6 + 8 + 4 + 2 = 27 -> 2 + 7 = 9
Foto de autor elegida: la número 9 de 11 posibles.

Aquellos que tienen tiempo leyendo estas entradas, ya saben lo mucho que me gusta el nueve (ver por qué aquí).

Leer más »

Taza de té

Esta es la entrada 189 de este blog. 189 Es múltiplo de 9, número que me gusta más que los demás (ver por qué aquí). Además, hoy es el primer día del noveno mes del año.

Agradezco mucho el comentario que me hicieron la semana pasada. Lo tomaré en cuenta para tener siempre a la mano algo qué compartir, aún en los días en los que esté muy ocupada.

Como hoy.

Lo que me tuvo muy ocupada hoy fue algo muy emocionante: estuve dando los últimos retoques al texto de la novela que estoy escribiendo, la cual sigue a una maestra en una primaria rural, mientras aprende a enseñar matemáticas.

Coincidentemente ayer me compartieron un pequeño corto de cine ¡hermosísimo! Se llama Cup of Tea, de Jitendra Rai (ver aquí). Tiene varias coincidencias con la novela que estoy escribiendo, así que ¡me emocioné mucho al verlo! La niña con el gis amarillo me recordó un montón a uno de los personajes infantiles que creé, Meník.

Mañana entregaré el texto para que empiece el diseño editorial. Ya falta mucho menos para que el libro esté disponible… los mantendré informados.

También vienen más anuncios interesantes sobre otras ideas lo que traigo entre manos para apoyar a los docentes en este regreso a clases, sobre todo considerando los tiempos pandémicos que estamos viviendo…

Por lo pronto, a tenernos paciencia todos, alumnos, docentes y papás… vayamos detectando los puntos a trabajar y buscando cómo trabajarlos según las circunstancias propias de cada maestro y grupo.

¡Ánimo!

Hasta el siguiente miércoles.

Rebeca

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