Un tercio, un cuarto, un quinto

Esta es la entrada 277 de este blog. Como dije la semana pasada, hoy se celebra en México el Día de las Madres, así que las florerías y los restaurantes están llenos de clientes, algunas escuelas lo dedican a festivales y festejos y muchos negocios cierran temprano. Pero aquí estoy yo, publicando como cada miércoles una breve reflexión.

Ya he platicado antes sobre Eduardo Sáenz de Cabezón, un divulgador de matemáticas un tanto complejas. Tiene un video muy interesante que se llama “Las matemáticas nos hacen más libres y menos manipulables”. Lo recordé en estos días porque estoy buscando información sobre las matemáticas y la justicia social y, como Eduardo, considero que unas bases matemáticas decentes nos ayudan a que nos engañen menos (y seamos menos víctimas de injusticias).

Además de los ejemplos que da Eduardo en su video, quiero compartir otras ideas por aquí:

Por ejemplo, es necesario saber que un descuento de un 30% más un 20% NO es un descuento de un 50% sobre el precio original, como nos quieren hacer creer las tiendas al no poner el descuento final sino una suma que se ve más interesante (ver más sobre porcentajes aquí) . Si sabemos calcular el descuento real, no nos dejaremos llevar por las apariencias. De eso hablo también en mi libro, Akhiré y los dos pilares, por cierto.

También es necesario saber que si en una elección el partido A obtuvo 30% de votos, el partido B el 25%, el partido C el 20%, el partido D el 15% y el partido D el 10%… eso NO significa que la mayoría quiera al partido A, pues el 70%, que sí es la mayoría, NO votó por ese partido. El partido A solo fue el más votado, que no es lo mismo a que fue votado por la mayoría.

El siguiente ejemplo va como anécdota:

Un restaurante quería competirle por precio al que tenía enfrente, que vendía:

Hamburguesas de un cuarto de kilo por 150 pesos.

Este restaurante quiso ganarle clientes ofreciendo un mejor producto por el mismo precio:

Hamburguesas de un tercio de kilo por 150 pesos.

Sin embargo, mucha gente sentía que la estaban engañando, pensando que tres es menos que cuatro, por lo que le ofrecían menos carne por el mismo precio.

Con «mucha gente» quiero decir que fue suficiente como para que la estrategia fracasara…

Quizá si hubieran ofrecido:

Hamburguesas de un quinto de kilo por 150 pesos

Mucha gente hubiera corrido feliz a comprar, pensando que cinco es más que cuatro, por lo que les ofrecían más carne por el mismo precio.

Y al restaurant le hubiera salido más barato el producto porque realmente tenía menos carne.

¿Algún lector confundido?

Un mejor manejo de las matemáticas puede evitar ser engañado:

Un tercio de kilo significa que se parte un kilo en tres y se toma una de esas partes (333.33 gramos)

Un cuarto de kilo significa que se parte un kilo en cuatro y se toma una de esas partes (250 gramos)

Un quinto de kilo significa que se parte un kilo en cinco y se toma una de esas partes (200 gramos)

¿Ven ahora cuál hamburguesa tiene más carne?

Para aprender más sobre fracciones están las entradas pasadas que he escrito sobre el tema:

Fracciones ¿qué las hace tan especiales? (ver aquí)

Fracciones: simplificar y amplificar (ver aquí)

Fracciones: ¿cómo hacer operaciones con ellas? (ver aquí)

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

Un comentario en “Un tercio, un cuarto, un quinto

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