Algo de lo que se puede lograr con ABJ

Esta es la entrada 287 de este blog. Aprovecharé para compartir algunas observaciones de los docentes que usaron Aprendizaje Basado en Juegos este ciclo escolar (ver más sobre los juegos que usaron aquí), sobre sus estudiantes:

Logros directos:

•Mayor habilidad para hacer operaciones básicas de forma mental. Incluso algunos ya preferían hacerlo mental que escrito. Cambio notorio en algunos alumnos con más dificultades

•Mayor dominio de las tablas de multiplicar (con 50&S3IS) y facilidad para dividir

•Mayor habilidad para clasificar, ordenar, identificar características

•Mayor agilidad para trabajar con los temas del programa (por ejemplo los algoritmos de las operaciones básicas y solución de problemas)

Logros indirectos:

•Mayor capacidad de atención, de observación y agilidad mental en general

•Mayor motivación, entusiasmo, emoción y disposición para aprender

•Mejores relaciones interpersonales, debido al constante reunirse por equipos para jugar

•Mejor apoyo entre pares al enseñarse a jugar y corregirse entre sí

•Mejor seguimiento de instrucciones y cuidado del material

•Más convivencia y competitividad sana, disfrutan los retos

•Traslado de habilidades hacia otras materias

Sorpresas interesantes:

•Lo rápido que aprenden a jugar

•Cuando algo ya les parecía muy sencillo de hacer, pedían una versión más compleja del juego… o la inventaban

•Estudiantes que no solían participar en clase, hacer equipos o ser líderes, comenzaron a hacerlo

•Estrategias interesantes para hacer las operaciones con los dados de IGUAL3S

•Estrategias de cálculo con las cartas para usar las más posibles en un solo turno

•Al pedirles clasificar, por ejemplo, palabras según su ortografía, lo relacionaban con la clasificación del T3RCIA y se les hacía fácil

Reitero lo mencionado en la entrada pasada sobre frenar el efecto dominó de perder el gusto por las matemáticas (ver aquí):

Me encantaría decir «Misión cumplida», pero lo que toca ahorita es decir: «Vamos bien, queda mucho por hacer».

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

Parece que logramos frenar el efecto dominó

Esta es la entrada 285-286 de este blog. Dos en una porque llevo la cuenta de las semanas en el contador y la semana pasada estaba tan metida en el análisis de los datos que no me di tiempo para publicar.

Y sí, seguimos en las mediciones de impacto… sigo viendo «cuadritos» después de generar fórmulas, condicionales y demás en la hoja de cálculo para extraer la información más útil de los datos obtenidos en las evaluaciones. El archivo es enorme y espero pronto convertirlo en una base de datos para que el análisis del siguiente ciclo sea más sencillo, porque trabajaremos con más del doble de información.

Hago una breve pausa para comentar algo enormemente relevante que encontramos en lo que llevamos del análisis:

El gusto por las matemáticas en casi todos los grupos diagnosticados decayó entre el inicio y el final del ciclo.

Eso es algo tristemente común.

Pero en las escuelas que usaron los juegos el gusto por las matemáticas decayó una sexta parte de lo que decayó en la escuela que no los usó. ¡Es una diferencia enorme!

¡¡Todo parece indicar que los juegos lograron frenar el rechazo hacia las matemáticas que se va acumulando con el tiempo!!!

Me encantaría decir «Misión cumplida», pero lo que toca ahorita es decir: «Vamos bien, queda mucho por hacer».

Sobre los resultados en cuanto a aprendizaje luego les cuento, por lo pronto estoy fascinada con este resultado, que está tan alineado con mi misión personal en la vida, que en parte es: lograr que cada vez más personas tengan una buena relación con las matemáticas.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

Iguales

Esta es la entrada 279 de este blog. 279 es múltiplo de 9, número que me gusta más que todos los demás (ver por qué aquí). Y si le agregamos que hoy es «fecha nueve»: 24 / 05 / 2023 -> 2 + 4 + 0 + 5 + 2 + 0 + 2 + 3 = 18 -> 1 + 8 = 9, es un buen día para una reflexión matemático-filosófica. Ah, también el número de suscriptores llega hoy a un múltiplo de 9, así que estoy contenta por partida triple.

He escrito antes sobre el signo igual y cómo su correcta comprensión en aritmética abona a una correcta iniciación al álgebra (ver aquí).

También he escrito sobre otra situación matemática relacionada con el concepto de igualdad: al entender el concepto de fracción, debe quedarnos claro que las partes en las que se divide el entero deben ser iguales (ver más aquí).

Hace dos semanas comenté que estaba leyendo sobre las matemáticas y la justicia social y compartí algunas reflexiones al respecto (ver aquí). He seguido leyendo sobre el tema, que tiene muchas aristas. La que quiero compartir aquí es esta: Si queremos dar a nuestros hijos y alumnos oportunidades iguales (o al menos similares) en la vida, necesitamos tratarlos distinto a cada uno, dándoles lo que necesitan para lograr esa igualdad después de haber interactuado con nosotros.

En la imagen que encabeza esta entrada se representa esa idea, que suele expresarse como «equidad». Si a los tres estudiantes se les da un banco de la misma altura para alcanzar unos libros en una repisa, al primero le sobrará altura, al segundo le quedará bien y el tercero no alcanzará los libros.

Si identificamos las características y necesidades de cada uno antes de darles el banco, a pesar de no recibir apoyos «iguales», el resultado final es que tienen oportunidades «iguales» de alcanzar los libros. Y eso, recibir un trato equitativo, es decir, que los lleve a oportunidades iguales o, al menos, similares, es lo importante.

¿Fácil? No suele ser fácil lo que propongo en las reflexiones. Busco agitar mentes y corazones para que cada quién encuentre qué le resuena y cómo tomarlo en cuenta.

Por lo pronto, estoy en la búsqueda y prueba de ideas para que aquellos estudiantes con un rezago muy superior al de sus pares (debido a que no han sido correctamente acompañados en su experiencia previa en la escuela) puedan alcanzarlos.

¿Fácil?

Claro que no.

De todas formas lo quiero intentar. Ya les contaré qué logro. Cuéntenme, por favor, qué hacen ustedes para, tratando diferente a sus hijos y alumnos, lograr que lleguen a oportunidades iguales.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

Descansando…

Esta es la entrada 272 ¡ah! y también la 273 de este blog, para mantener el conteo de semanas que lleva al aire. Y se publica en jueves porque ayer miércoles no me di tiempo para hacerlo.

Son semanas de vacaciones escolares en México, semanas en las que suele hacerse poca actividad académica. Los docentes agradecemos de verdad este «merecido descanso».

Para los papás que estén interesados en ideas para seguir teniendo las matemáticas presentes en estos días, les comparto la entrada que escribí hace tiempo, Matemáticas en vacaciones.

Hasta el próximo miércoles, ya de nuevo en clases.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

¿Qué se ve en esta imagen?

Esta es la entrada 270 de este blog. 270 es un lindo múltiplo de 9, que es un número que me gusta más que los demás (ver por qué aquí), por lo que me gusta cada 9 entradas escribir una especial. Esta será la treintava vez.

A veces, como hoy, cuesta un poco más encontrar una buena idea.

A veces, como hoy, recurro a pixabay para inspirarme (eso de que una imagen dice más que mil palabras es muy cierto).

Entré a la página de imágenes gratuitas y escribí «270» en el buscador, pensando que me iba a regresar una búsqueda vacía, pero no.

Me regresó una única imagen en cuya descripción no encuentro el 270 por ninguna parte: «Imagen de Desierto, Nivel y Desolado.»

Me puse a observarla con detalle, a ver qué podría haber en la imagen que pudiera inspirar la entrada de hoy, y se me ocurrieron al menos tres ideas:

Uno: esas piedras que están por todos lados en la imagen pueden acomodarse de formas estéticas, que normalmente tienen un trasfondo matemático (geométrico, para ser exactos), como esta espiral:

Dos: también pueden acomodarse formando una columna equilibrada, en donde la física (y por tanto su lenguaje, que son las matemáticas), permite encontrar la posición de los centros de gravedad, que hacen factible la construcción:

Tres: justo esta semana estoy analizando un proyecto en el que participo. A bote pronto lo que se ve en mi proyecto también son montones de piedras y aridez. Buscándole el modo, voy pudiendo ver cómo acomodar esas piedras para formar una pequeña obra de arte que proporcione belleza y utilidad.

Y la imagen que me entregó la página tiene unas nubes a lo lejos, así que hay esperanza de que además de piedras pronto haya belleza vegetal y animal por ahí también. En el desierto de la imagen y en mi proyecto.

Parece que hoy estoy más filosófica que de costumbre. Supongo que se vale por ser entrada múltiplo de 9. Gracias a todos por seguir aquí 270 semanas después. Voy a continuar acomodando matemática y artísticamente las piedritas de mi proyecto. Los animo a hacer lo mismo con sus proyectos.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

PD2: Cuidemos el agua.

Feliz cumpleaños, Mafalda

Esta es la entrada 269 de este blog. La escribo en un lindo día 9 (si no se cuentan los dígitos del año), pues los dígitos del día y mes de la fecha de hoy: 15 / 03 suman 9. El 9 es un número que me gusta más que los demás (ver por qué aquí).

Además, según Wikipedia hoy, 15 de marzo, Mafalda, el personaje de Quino que tanto me gusta, cumpliría 63 años (otro múltiplo de 9), pues el 15 de marzo de 1966 se publicó una tira con Mafalda celebrando su cumpleaños, con 6 velitas.

A lo largo de sus años de publicación, Quino escribió varias tiras en las que se involucraban las matemáticas. Pueden ver algunas en este artículo del blog Matemáticas y sus fronteras aquí

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD: Gracias a Cristi por la foto que le tomó a esta estatua de Mafalda en su viaje a Argentina, que hoy encabeza esta entrada.

¿Qué fue primero?

Esta es la entrada 265 de este blog. La escribo en la semana en la que me propuse ordenar todo lo que ya tengo escrito de mi segunda novela.

Está resultando un reto interesante, porque decidir qué mostrarle primero y qué después al lector depende no solo de lo que sea matemáticamente adecuado, sino de lo que funcione para mantener el interés y lograr un efecto que lleve a la mejor comprensión de las ideas que quiero transmitir.

Pasa algo similar cuando hacemos el diseño didáctico de una clase: hay que mostrar lo suficiente y en el orden adecuado para mantener la curiosidad y el interés de los alumnos, evitando darles una cantidad de información que sea tan grande que no les deje nada por descubrir por sí mismos, o los abrume.

En eso pensaba ayer. Hay tanto que quiero compartir, que necesito elegir bien. Ya habrá, si se dan las cosas, un tercer libro.

Nunca podrá saberse a ciencia cierta qué fue primero, si el huevo o la gallina. Yo, por mi parte, en estos días decidiré qué mostrar primero, qué en seguida y qué al final. Ya lo verán.

Por cierto, el primero, Akhiré y los dos pilares, sigue disponible aquí

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta página en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

¡Cinco años ya!

Esta es la entrada 262 de este blog, el cual ayer (día internacional de la educación) cumplió ¡cinco! años publicándose semanalmente. 262 semanas seguidas escribiendo cada miércoles, los primeros dos años entradas largas y los siguientes breves reflexiones alrededor del aprendizaje de las matemáticas.

262 es un bello número capicúa (ver más sobre capicúas aquí).

Y a propósito de números peculiares, esta semana he estado leyendo una novela en la que se mencionan números perfectos, amigos… y recordé que ya había escrito una entrada al respecto (ver aquí).

Cinco años y contando… a seguir escribiendo sobre los dos pilares de una buena relación con las matemáticas (ver más aquí). Confío en que cada vez más personas se lleven bien con ella.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta páginas en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay

¡’Chocolate’ tiene nueve letras!

Esta es la entrada 261 de este blog. Es una entrada doblemente especial, dado que 261 es múltiplo de ¡nueve!, número que me gusta más que los demás (ver por qué aquí) y porque es la última antes del 24 de enero, día internacional de la educación y aniversario número ¡cinco! de este blog. Cinco años seguidos escribiendo cada miércoles (salvo dos días en los que pasó algo «de fuerza mayor»).

Coincidentemente hoy es día 18, que ¡también es múltiplo de nueve!

Y resulta que «chocolate», que es una palabra que me fascina, por lo mucho que me gusta ese producto del cacao y por el lugar tan preponderante que tiene en mis dos novelas, tiene ¡nueve! letras. Una razón más para que me guste.

Mi primera novela sobre didáctica de las matemáticas básicas y chocolate se llama:

Akhiré y los dos pilares

La segunda está en proceso, pero también tratará de didáctica de las matemáticas básicas y, por supuesto, chocolate. Retomaré el tema de los dos pilares, que son en los que se basa este blog también y ampliaré las aventuras de Akhiré a nuevos temas de matemáticas de primaria. Ya verán cuáles cuando esté lista.

Por cierto, cualquier comentario sobre el libro anterior, o sobre lo que considerarían interesante que incluyera en este, es bienvenido.

Hasta el próximo miércoles.

Rebeca

PD1: Quiero agradecer a esta páginas en la que me apoyo constantemente para redactar el blog: pixabay